Aver si nos aclaramos: quien un parecido
De Franco con Hitler o Mussolini vea,
Confunde un baluarte de paz, construido
Sobre los cimientos del orden, con esa ralea
De Rojos, que se obstinaron en un ejido
Convertir la España de los castillos y de las espigas,
Puño en alto, hasta dejarla hecha migas…
El alemán y el italiano hicieron su guerra:
Por ganar el Poder éste, y aquel el dominio
De Europa, uno solamente de su tierra,
Y el otro de Rusia, mediante el exterminio
De éstos, de judíos y demás a los que dio sierra…
Contra quienes mataban curas, pues no era manco,
Ni cojo, o quemaban iglesias, … ¡se levantó Franco!…
Claro pues que a lo Hitler, Franco no fue un déspota,
Ni a lo Mussolini tampoco fue un fascista,
Por mucho que en ello insista esta rémora
De hijos o nietos de quienes, -larga es la lista,-
Tercos nos quieren retrotraer a la época
Del Treinta y Seis, en la que acampó la miseria,
Y más que políticos son cotorras de feria…
A ver pues si nos aclaramos: fascistas ellos,
Panolis que confunden fascismo con franquismo,
Y a cuanto huele a Derechas el matasellos
Le ponen de un vil Golpe de Estado… El mismo
Que el de su defensa a lo de Paracuellos…
Y acabo dejando en el desván de la Izquierda
Tantos desmanes… ¡por su denso olor a mierda!…
¡Bandos de crímenes y asesinatos aquellos,
A los que, a Dios gracias, Franco… ¡les rompió la cuerda!.