Diario de un No nacionalista

Gran coalición: necesidad y virtudes

España no necesita cualquier goberno sino un gran gobierno para resolver sus grandes desafíos institucionales

Gran coalición: necesidad y virtudes
Elección, candidato, política, encuestas y partidos. PD

El populismo y el separatismo son los dos enormes retos de la democracia española que una gran coalición deberá resolver

¡Gran coalición entre el PP, el PSOE y C´s! Para consolidar la democracia española con una agenda democrática, reformista y europea será necesaria la coalición de los partidos que confían en el Estado de derecho, en el interés de la unidad de España y en los valores de la Unión Europea.

Probablemente en las próximas semanas habrá que vencer alguna resistencia en cada uno de estos partidos. Pero, sin duda, la sociedad civil española estará por esta gran coalición. La transversalidad y la claridad de los propósitos son la pieza clave.

Hasta aquí conocíamos de la urgencia del desafío separatista catalán. Ahora sabemos de la urgencia del sistema político español, de la frágil legitimidad, consistencia y estabilidad de la representación institucional de España.

Ambas tendencias coinciden en cuestionar el Estado de derecho y la democracia española. Y al coincidir ambas cuestiones se potencian mutuamente y se vuelven explosivas.

Tras el período electoral y las elecciones molesta apelar a las grandes palabras. No será necesario porque los resultados electorales y la realidad del país obligan a grandes soluciones.

Veremos cómo los mercados encajan el resultado electoral de España. Es tiempo de estadistas o de catástrofe. A menudo, lo nuevo aparece por necesidad, cuando no hay más remedio. Ahora se pondrá a prueba la verdadera entereza de los partidos que desean gobernar.

Los resultados de estas elecciones generales son, evidentemente, expresión de una profunda crisis económica y, sobre todo, de una grave crisis moral e institucional. Si reparamos en ello, vemos cómo la estabilización de la economía y los datos macroeconómicos positivos no son suficientes para una parte considerable de la población española.

En este escenario hay pocas opciones para conformar gobierno, y mucho menos, un ejecutivo que dé estabilidad a la aún muy frágil economía española y a sus inmensos retos políticos.

Hay cuatro escenarios: el primero es un gobierno minoritario del PP; el segundo es la unión de las fuerzas políticas de izquierda, populistas y separatistas; la tercera opción es que los grandes partidos, aquellos que tienen una idea clara de España, aquellos que apuestan por la estabilidad y huyen de aventurismos propios de regímenes extraeuropeos, formen una gran coalición; la última es lanzarnos a unas elecciones anticipadas, corriendo el riesgo de entrar en un ciclo electoral endiablado al modo de la Italia de los años ochenta y noventa. Claramente, una gran coalición es lo que España requiere.

Naturalmente, una gran coalición no es para retener el poder y para mantener el statu quo sino para hacer con toda estabilidad las transformaciones institucionales que España necesita.

Se exige altura de miras, se necesitan políticas de Estado, capaces de asumir con ello los riesgos y probables costos electorales futuros. España, los españoles necesitamos un gobierno que mire al medio y largo plazo e implemente una agenda reformista y modernizadora de las instituciones españolas.

Necesita España un gobierno de Estado que sea capaz tomar decisiones de gran calado. Entre ellas se hallan la racionalización administrativa, la reforma real de la justicia, una nueva ley electoral que acerque la política al ciudadano, un Senado que suponga un equilibrio real a la cámara baja y al ejecutivo, que sepa afrontar el desafío separatista y las tendencias centrífugas de nuestro sistema territorial.

Necesita España afrontar las contradicciones de su sistema político, necesita una acción de gobierno que regenere las instituciones españolas. En este propósito deberá reencontrar un relato que ilusione a la ciudadanía, que proyecte España hacia el futuro, un futuro que pasa por la Unión Europea, dónde nuestras diferencias sean nuestras potencialidades, siguiendo justamente el lema de Europa, ‘Unión en la diversidad’.

La semana pasada, The Economist tituló su artículo sobre el 20D ‘Feliz Navidad, España’. Con una gran coalición democrática, los españoles podremos decir ‘Feliz 2016 libre y próspero’. Se abre un tiempo de grandes acuerdos y unos años de gran calado político. De modo que ¡feliz gran coalición y feliz trabajo!

AUTORES.-

  • Ferran Brunet,
    Profesor de la Universitat Autònoma de Barcelona
  • José Rosiñol,
    Ex Presidente de Societat Civil Catalana

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