Laureano Benítez Grande-Caballero

El albergue de laSexta felicidad

¿Qué oscuros intereses se esconden tras el escandaloso apoyo mediático con que se ha promocionado a Podemos, especialmente por parte de laSexta?

El albergue de laSexta felicidad
Laureano Benítez Grande-Caballero. PD

Soy de los que creen que siempre existe una canción, un cuento, un refrán, una frase o una película para cada circunstancia concreta de nuestra vida. Como cinéfilo que soy, es frecuente que titule mis artículos con títulos de películas. Para éste ha sido fácil hallar uno, ya que voy a escribir sobre el contubernio matrimonial entre Podemos y la televisión:

«El albergue de laSexta felicidad», película protagonizada por Ingrid Bergman en 1958.

Me he hecho muchas veces la pregunta de cómo ha sido posible que los medios de comunicación de masas hayan televisado tan desvergonzadamente la «revolución» podemita, partiendo del hecho por todos conocido de que están totalmente controlados por el lobby oligárquico, que por supuesto tiene infiltraciones de entidades capitalistas transnacionales.

Por ello, resulta bastante sorprendente que haya promocionado tan descaradamente a un movimiento político que procede de la izquierda anticapitalista, y que por su naturaleza antisistema debería representar una amenaza para la casta oligopólica que con tanto entusiasmo la ha publicitado.

Si fuera una amenaza real para la casta oligárquica, hubiera sido ignorado, ninguneado, sepultado en las cavernas de la nada, neutralizado sin compasión por el silencio más absoluto. Y no sólo no representa un peligro, sino que más bien tanta promoción induce a pensar que el gran capital se está sirviendo de este movimiento aparentemente «indignado».

Es una alevosa obra de ingeniería social a través de los medios de comunicación, que podemos explicar con palabras de Edward L. Bernays -pariente de Freud, por cierto-, padre de la Ingeniería Social neoliberal, figura preeminente de las técnicas de lavado de cerebro del siniestro Instituto Tavistock:

«La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento de importancia en la sociedad democrática.

Quienes manipulan este mecanismo oculto de las sociedad constituyen el gobierno invisible que detenta el verdadero poder que rige el destino de nuestro país». Este papel manipulador lo ejerce la televisión, responsable del meteórico ascenso de Podemos, un producto más de la telecracia, que ha perpetrado un gigantesco fraude con el cual la casta globalista ha lobotomizado -podemizado, podemos decir- a una parte de la población española.

Este apocalíptico lavado de cerebro se puede demostrar con un simple dato: Podemos ha tenido en este último año una cobertura mediática cuatro veces mayor que la de todos los otros partidos políticos juntos. Justo cuando se desplomaba su expectativa electoral en las encuestas, recibió un baño mediático tan impresionante, que no había día que no apareciera en algún medio de comunicación, ya fuera prensa, radio o televisión, doblando e incluso triplicando turnos de comparecencia.

El caso más llamativo es el apoyo escandaloso que le proporcionó laSexta, propiedad del magnate catalán Jaume Roures, fundador de Mediapro y del diario «Público», en cuya web se edita el programa de «La Tuerka». Este multimillonario presume de trotsko, pero eso no fue óbice para que despidiera a toda la plantilla de «Público» en enero de 2012, mediante la aplicación de dos ERE brutales.

Sorpresivamente, después de una subasta en la que intervinieron ex-trabajadores y lectores, la publicación volvió a manos de Roures y, a partir de diciembre de 2012, pasó a llamarse «La Marea», curiosamente el mismo nombre de los colectivos gallegos asociados a Podemos, nombre que también lleva -¡Oh, casualidad!- una fundación globalista conspiradora: la Fundación Tides (en inglés, «tides» significa «marea»), a la cual ha dado 7 millones de dólares… sí: George Soros.

Esta institución, fundada en 1976, es la matriz de la que ha salido el Centro Tides, que apoya a más de 100 colectivos de izquierda norteamericanos, a los que ha financiado con cientos de millones de dólares, con el fin de promover cambios sociales, culturales e institucionales que dinamiten desde dentro la cultura de base cristiana y el sistema de libre empresa -¿nos suena esto de algo a los españoles?-.

Estos grupos de Izquierda conforman un aparato que el analista Lyndon LaRouche etiquetó como «Nueva Izquierda de control fascista» -más coincidencias…-. Como ejemplo del modus operandi de estas fundaciones, Tides, después del 11S, en vez de preocuparse por el terrorismo islámico, favoreció con medio millón de dólares campañas para proteger los derechos de los homosexuales árabes (sic).

Es la estrategia de siempre de la plutocracia para favorecer el advenimiento del Nuevo Orden Mundial: sembrar el desorden, minar las sociedades desde dentro, promocionar ideologías corrosivas para desmoronar los valores que cimentan las naciones, para a continuación presentar como solución un autoritario gobierno mundial.

Por esta razón, las élites oligopólicas financian a los movimientos de izquierdas, cuyas ideologías antisistema encajan de maravilla en su proyecto conspirador. Cualquier parecido con Podemos no es, desde luego, pura coincidencia.

Entre los financiadores de los Grupos Tides también tenemos -¡cómo no!- a la Fundación Ford y la Fundación Rockefeller, aparte de bancos como el Citygroup y empresas como AT&T. Además del apoyo económico por parte de la plutocracia globalista, estos grupos también han contado con una intensa publicidad mediática, ya que los medios de comunicación han apoyado los temas promovidos por esta red de colectivos izquierdosos -¿nos resulta familiar este modo de proceder?-.

Pero hay más: «Dime quién te financia y te diré quién eres». El capital de laSexta está formado por tres bloques principales de accionistas: GAMP (Grupo Audiovisual de Medios de Producción) tiene el 51% de las acciones, Televisa el 40%, y Gala Capital, el 9%. Detrás de ellos, aparecen algunas de las fortunas más importantes del planeta-Bill Gates en Televisa, y George Soros en Gala Capital-.

Dentro de GAMP, se integra Imagina Media Audiovisual (formada a su vez por Globomedia y Mediapro), que tiene una participación del 69,95% del grupo.

La multinacional británica WPP y el empresario Juan Abelló, a través de Torreal, poseían el 20% de Imagina y estaban indirectamente en el accionariado de la cadena.
En cuanto a WPP, se trata de la mayor plataforma mundial de publicidad, cuyo presidente y fundador es Martin Sorrell, figura destacada del Nuevo Orden Mundial, uno de los miembros más influyentes del club Bildelberg.

Su consejero delegado para España es Miguel Barroso, secretario de Estado de Comunicación con Zapatero marido de la exministra de Defensa, Carmé Chacón, socio de Jaume Roures.

La empresa Mediaproducción S. L. no es realmente española, ya que solamente es la punta del iceberg de una trama cuyo origen hay que situarla en Ámsterdam, ya que su principal accionista es la sociedad holandesa Mediaproduction Properties B. V, la cual está sostenida por Mediacapital BV. y Cavendish Square Holding BV., el vehículo utilizado por la WPP de Martin Sorrell. Es decir, que laSexta pertenece a un personaje muy relevante del club Bildelberg y la Comisión Trilateral.

A partir de estos datos, se puede sospechar que tras Podemos están los intereses del NOM que persiguen los grandes oligarcas, los cuales nunca consentirán que prospere lo más mínimo un movimiento de masas que represente algún peligro para ellos, al cual destruirían sin piedad, mientras que potenciarán aquellos que sirvan a sus necesidades estratégicas, fabricando incluso disidencias controladas, como el15M y su heredero, Podemos.

A esta evidencia hay que sumarle el factor importantísimo de que los líderes de la mayoría de los movimientos de masas están integrados o mantienen algún tipo de contacto con consorcios financieros internacionales y con fundaciones globalistas, que les aportan sus «thinks tank» y su financiación.

Y, como veremos, los líderes de Podemos no son una excepción a este fenómeno. Así que ya tenemos la próxima película: «Las amistades peligrosas».

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