El articulista da la cara por su compañero de tribuna en ABC

Pérez-Maura se desata contra la censura podemita a Tertsch: «Esto supera a Venezuela»

Llegaremos a volver a publicar portadas con el titular "Este número está visado por la censura» como la aparecida el 16 de octubre de 1935"

Pérez-Maura se desata contra la censura podemita a Tertsch: "Esto supera a Venezuela"
Iglesias con su padre; y Hermann Tertsch.

Ramón-Pérez Maura da la cara por Hermann Tertsch. Tras la indemnización de 12.000 euros que tendrá que pagar, si el recurso no prospera, al padre de Pablo Iglesias, lo que más le molesta al columnista es que se haya pedido al medio, ABC, que retire el susodicho artículo de cualquier soporte.

Para Maura, la sentencia del magistrado está a la altura e incluso supera a la Venezuela más chavista. El texto arranca así:

Malos tiempos para la libertad. Se derrumba la Venezuela de Pablo Iglesias y los suyos, mas ellos siguen empleando aquí los tribunales para actuar con un rigor inimaginable en los lugares en los que gobiernan aquellos a quienes han aleccionado las gentes de Podemos. El juzgado de Primera Instancia Nº 3 de Zamora ha condenado a mi colega y amigo Hermann Tertsch por la publicación en la Tercera de ABC el 17 de febrero de 2016 del artículo ‘El abuelo de Pablo’. Se le impone una indemnización de 12.000 euros al padre del secretario general de Podemos. La razón de ello es que en aquel artículo Tertsch afirmaba, recogiendo lo ya aparecido en otras publicaciones a las que nadie ha demandado, que Manuel Iglesias Ramírez, abuelo de Pablo Iglesias, fue condenado a muerte por la desaparición y el asesinato en noviembre de 1936 del marqués de San Fernando y su cuñado Pedro Ceballos, tras la saca perpetrada en su domicilio.

Añade que:

La sentencia no niega que Iglesias participara en esa saca con ‘el Chaparro’, ‘el Hornachego’, ‘el Vinagre’, ‘el Ojo de Perdiz’ y ‘el Cojo de los Molletes’. Pero sí niega que él asesinara a las dos víctimas pues la investigación sobre la saca fue ‘archivada provisionalmente’ e Iglesias fue condenado a muerte por rebelión militar. Pena, que como explicaba Tertsch en su artículo, le fue conmutada por 30 años de prisión de los que, ya se sabe lo de la dureza del franquismo, sólo cumplió cinco.

Ha sido ésta una causa verdaderamente extraña. Primero porque el padre del secretario general de Podemos presentó su demanda en los juzgados de Madrid, como es lógico por ser esta ciudad la sede de ABC y, sorprendentemente, el tribunal declaró su «incompetencia territorial»»y lo despachó a Zamora, residencia del demandante al que no se le debía haber ocurrido acudir directamente al juzgado allí. Después, el día de la vista oral, el 19 de abril de 2017, se decidió celebrar la vista a puerta cerrada. La sentencia no aclara si el motivo de expulsar al público -sin que hubiera habido ningún incidente- fue por proteger el supuestamente ya mellado honor de la familia Iglesias o porque la libertad de información no es un bien protegible cuando se juzga a periodistas.

Aclara que:

Al fin la sentencia conocida ahora condena a Tertsch a pagar la indemnización referida y los costes del proceso y «a retirar a su costa de la web y del caché el artículo referido». No entraré en lo del caché, porque en el diccionario de la Real Academia Española no hay más que dos acepciones de «caché»: la cotización de un artista y la distinción o elegancia de una persona. Y como el pobre Tertsch tenga que hacerse cargo de la distinción y elegancia de la familia Iglesias le aconsejo que opte por pedir conmutar la pena por una de cárcel.

Y sentencia que al medio nadie le va a cerrar la boca:

En cuanto a lo de retirar el artículo de la web, aquí ya hemos llegado a la censura más absoluta, una que supera lo que vemos en Venezuela. ABC es un diario publicado en papel. Los diarios en papel tienen una hemeroteca que sólo se censura en regímenes como el de la fenecida Unión Soviética. Esa hemeroteca de ABC, todas las páginas publicadas desde el 1 de enero de 1903, pueden ser vistas por cualquiera en http://hemeroteca.abc.es/

Ahora el juzgado de Zamora pretende eliminar de la hemeroteca digital el artículo de Tertsch. Y supongo que después irá a la Biblioteca Nacional y también censurará allí nuestras páginas cortando esa Tercera con una cuchilla. Ni Chávez se atrevería a tanto. Llegaremos a volver a publicar portadas con el titular «Este número está visado por la censura» como la aparecida el 16 de octubre de 1935.  Ellos lo tienen claro. No pararán hasta que nos callen. Pero no callaremos.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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