Salvador Monzó Romero

Una de arena y otra de cal

Una de arena y otra de cal
Salvador Monzó

I

El darte un tiro en la frente,
Siendo una idea política,
No hay ninguna razón
Para que así, de repente,
De una manera fatídica,
Le metan a uno en prisión…
Si un catalán dispara
Y el muerto es un es un español,
El asunto es incluso para
Cantar el Cara al Sol…

El verdugo, que es muy listo,
Se convierte al punto en víctima,
Para que esta cuestión,
Tal que ahora se ha visto,
Siendo que es gente pacífica,
Sea el Juez un bribón;
Si a un catalán lo trata
Como moneda corriente
Y no de oro o de plata,
El Juez es el delincuente…

Teniendo pues tal formato,
Es tema de metafísica
Que este u otro pendón
Que les dé por liebre, gato…
Si existe alguna clínica
Donde cure el sarampión,
Que de vez en vez le brota,
De su terca Independencia,
Que no irá, tómese nota:
¡Es un caso de conciencia!.

II

Pues es del sol cuando sale
Dorar cumbres dixit Góngora,
Tras el brillo de su pólvora
Llevo siempre que me vale
De mis poemas la góndola;
En este tiempo adverso,
Si en las lumbres del verso
Enciende uno su mente,
Crea qué crea la gente,
Él crea su Universo,

Con sus ocasos y auroras,
Con sus montes y sus valles
Y abundando en más detalles,
Sean cual sean las horas,
Con mi pueblo y sus calles;
Con sus mares y sus ríos,
Con sus prados y baldíos,
Sus altares y retablos
Y sus pocilgas y establos;

Ser poeta es al mismo
Tiempo estar en la gloria,
O como cuenta la historia,
Removiendo en el abismo
Cieno, hollín y escoria;
Se muestre tierno o recio,
Tal que aprecio tiene un precio:
Si sabes bien darte pisto,
Te consideran un listo,
Sensu contrario,… ¡un necio!.

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