A medida que pasan las semanas Pedro Sánchez va acumulando cada vez más en su lista del «debe» todas esas promesas que hacía en la oposición dispuesto a desalojar a Mariano Rajoy del poder como fuera.
Pero ahora el cuento ha cambiado mucho. Ya lo dice Juan José Millás este 20 de julio de 2018 en su columna de El País:
«Lo más duro de gobernar es cumplir las promesas que se hicieron en la oposición. De ahí que no se cumplan».
Irónico que es Millás, arremete con guasa contra:
«ese tipo de votante muy generalizado que primero se cree a pies juntillas que vas a cumplir y luego entiende sin género de dudas que no cumplas. Ese tipo de votante de buena voluntad te proporciona una base muy sólida para seguir prometiendo a tontas y a locas incluso ya desde el gobierno».
Pero el escritor no está dispuesto a dejar que Sánchez se vaya de rositas y le echa en cara algunas de sus promesas incumplidas.
Insinúa Millás que ya sabía de antemano el presidente socialista que no podría cumplirlas:
«Sacaremos los restos de Franco del Valle de los Caídos durante el mes de julio, prometió al poco de sustituir a Rajoy. ¿Ignoraba acaso que toda exhumación tiene sus burocracias? Quizá él personalmente sí, pero el presidente del Gobierno dispone de un gabinete de ochenta o cien asesores, cada uno especializado en un asunto. ¿Por qué no preguntó al de pompas fúnebres? No sé, quizá porque había que levantar el teléfono. O porque tenía miedo de que le estropeara el gesto».
También se pregunta en voz alta:
«¿Podría Sánchez publicar la lista de quienes se acogieron a la amnistía fiscal, tal y como juró y perjuró que haría? Podría. Podría si no hubiera en ella gánsteres con capacidad para prohibírselo. ¿Y qué les digo a mis votantes?, pregunta el presidente al asesor especializado en incumplimientos. Diles que no dispones todavía del marco jurídico adecuado. Punto y a otra cosa».
