Análisis

Federico Jiménez Losantos: «¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¡Es Super-Sánchez Falconetti!»

Federico Jiménez Losantos: "¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¡Es Super-Sánchez Falconetti!"
El socialista Pedro Sánchez, lider del PSOE y presidente del Gobierno de España. EP

Una de las pocas ventajas que tiene la llegada del PSOE al Poder a lomos del golpismo separatista y el comunismo tinajero es que, como se están retratando a velocidad supersónica, los ciudadanos podrán castigarlos también muy rápido: en las elecciones de Octubre, de Mayo y de Termidor, que es cuando llegará Doña Urna con la rebaja para el CIS del Compañero Tezanos, alias Tenazas.

Por cierto, que entre los entes cuya desaparición debería plantear ese Contrato con España que prepara Casado, tiene que figurar en lugar destacado ese engendro demoscópico en el que hoza cada Gobierno y se extravía cualquier Oposición, sin que aproveche más que al periodismo de saldo.

Cuando sale, han pasado un mes o dos desde que se preguntó, y eso, que en Suiza será poco, en España linda con la eternidad.

Una incompetencia atómica

Dos cosas han retratado al mini-PSOE (sólo 84 escaños) de Super-Sánchez: la primera, el afán por colocar a los amigos y cuates en cualquier latisueldo del Estado, con total desprecio de su capacitación técnica. Hay ya una lista larguísima de cargos publicada en varios medios, que se han confiado a sociatas sin la menor posibilidad intelectual de gestionarlos.

Es verdad que si el 44% de la Ejecutiva Federal ha encontrado acomodo en el Pesebre del BOE, antes matará Sánchez al PSOE que éste lo rematar. Pero más allá de las triquiñuelas de partido, comunes a todos, hay que procurar un mínimo de decoro en las designaciones, siquiera para evitar accidentes que pasarán factura al Jefe.

Entre los casos más obscenos de amiguismo, muchos han destacado que Super-Sánchez haya obsequiado a su antiguo Jefe de Gabinete nada menos que con Correos, una empresa muy moderna y de indudable importancia estratégica que cuenta con 70.000 trabajadores.

Confieso que a mí me ha escandalizado más que al frente de una Comisión de Energía Nuclear encargada de tratar el uranio enriquecido, y que desde hace 20 años -tres Gobiernos- dirigía un técnico sin duda competente, se haya colocado a un señor de Valencia que estudió filosofía y se doctoró en Ciencias de la Educación hace treinta años, o sea, en Reforma Educativa. que es como se llamaba el achatarramiento de la enseñanza en el felipismo.

No conozco a ese señor. Es más: no voy a nombrarlo. Pero nadie me convencerá de que un antiquísimo burócrata del socialismo valenciano, no precisamente próvido en talentos, que una vez estudió Platón y que desde hace décadas vive de luchar contra la Caverna (un PP tirando a aristotélico) es alguien idóneo para disponer del uranio, ni enriquecido ni desahuciado.

La bachillera Adriana Lastre (Lastra, antes de la bablización que el PSOE va a imponer en Asturias con Podemos y Cascos, que ahora va de Revilla) fue sincera ante las críticas por colocar a gente sin más preparación que el carné para cargos delicados: «¡No íbamos a poner a gente de derechas!» Eso presupone que sólo los de derechas en España son competentes para los puestos de responsabilidad, o que sólo con el PP prospera la izquierda competente. En cualquier caso, retrata a este PSOE como una pandilla de inútiles. Eso sí, felicísima de haberse conocido. ¡Ni que fuera de Podemos!

Propaganda al estilo podemita

La segunda característica que retrata al Gobierno es su estúpido afán en convertir el Gobierno en publicidad, la publicidad en Gobierno y ambos, en pomposa flatulencia, en un globo o un dirigible mal dirigido.

Apenas se formó ya dije aquí que esto no era un Gobierno sino un anuncio, con un Presidente presidido por la harka separata y comunista que lo había puesto. Nada ha cambiado en lo que se refiere a escaños, alianzas o compromisos, tan apresuradamente comprometidos que resultan legalmente inasumibles. Lo nuevo es la infatuación de Sánchez, Supermán de la Super-Nada.

Todos los diarios de papel -salvo el «Izbestia» (con b) prisaico, que prefirió callar a defenderlo- criticaban ayer editorialmente la rueda de prensa de Sánchez. En lo económico, por atribuirse méritos que sólo corresponden al Gobierno anterior. En lo político, por el verbalismo ridículo que pretende convertir en soluciones institucionales los cambios de vocabulario, como si cada palabra cobrara un nuevo sentido tras rebautizarla la Hacademia de Carmen Calvo.

Entre las majaderías conceptuales emitidas por Super-Sánchez, llama la atención la que dicen que va a arreglar definitivamente, aunque a largo plazo, no nos dicen cuánto, el separatismo catalán: la «lealtad federal».

En su rueda de prensa, la primera en dos meses, y sólo como paso al vídeo de autobombo ridículamente carmenoso y podemita, al que sólo le falta Pitita de presentadora y con el que obsequió a los atónitos periodistas, Snchz insistió en la patología semántica de lo federal, ¡pro aplicándoselo al 155! Insistamos, a ver si lo entiende: en España, si fuera federal no sería constitucional y si lo es, no será federal. En Babía, puede. Aquí, no.
Sandeces escogidas del nuevo Falconetti

Pero recordemos algunas de las sandeces que prodigó el viernes y que, dada la chulería exhibida por el nuevo Falconetti (un malísimo de teleserie antigua que no llegó a ver a The Killers, aunque lo era), serán sólo el prólogo de una enciclopedia de necedades oceánicas:

«Vamos a blindar la educación pública, blindar la dependencia, blindar las pensiones y blindar la sanidad pública»

Con 84 escaños, Presidente presidido, lo único que hay que blindar, si se puede, es el ridículo. Ya se ve que no se puede.

«La inmigración no ha empezado con este Gobierno, con este Gobierno ha empezado la política migratoria».

González y ZP, veintidós años de gobiernos del PSOE, ni lo sospecharon. Si se entera de la afrenta «Tipex» Caldera, lo estrangula.

«Es bueno que el prestigio entre en una institución como la televisión pública».

Luego todos los que Iglesias y él mismo quisieron colocar en RTVE antes de que colara Rosa María Mateo sólo buscaban… desprestigiarla.

(La de Cataluña) «es una crisis que se viene larvando desde hace más de una década y se va a exigir mucha paciencia, mucha pedagogía y mucha altura de miras» (…) «Aquellos que no quieren diálogo, ¿cómo quieren hacer política?».

Esto ya pasa de castaño oscuro. ¡Como tú cuando apoyabas el 155! ¿Ya no te acuerdas? ¿Y de cuando llamabas nazi a Torra? ¿Pero cómo te atreves a llamar «radicales» al PP y a Ciudadanos mientras defiendes al catanazi que a diario los agrede? ¿Cómo se atreve tu gó-gó Iceta a comparar a los CDR con Arrimadas? ¿Ya no te acuerdas de cuando bailoteábais juntos delante de una bandera nacional, o sea, española, de catorce metros? ¿Cómo puedes calumniar ahora al PP diciendo que quiere «discriminar a los españoles por origen y por raza», cuando eres tú el socio y cómplice del golpista y racista redomado Torra?

La estocada final, o sea, el infame golletazo:

«En resumen: cambio de época, esto es lo que significó la moción de censura, reivindicación de una democracia sana».

Y el descabello despótico: «España se reconoce en su Gobierno».

Si la llegada al Poder de este orate fue un golpe contra la Nación y la Libertad, esta palabrería necia, entre bolivariana y cretinoide, ofende al civismo más elemental. Déjennos votar y veremos quién reconoce a quién.

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