DOBLE VARA DE MEDIR DEL GOBIERNO BONITO

Ventoso deja como un sectario desmemoriado a Sánchez a la par que hunde al torpón del PP por el chiste mortal

"Este Gobierno, que presa del culto al líder se rasga las vestiduras ante un chiste malo, es el mismo que tolera impasible todo tipo de salvajadas en las redes sociales catalanas, o el que ha apoyado que se despenalicen las injurias al Rey"

Ventoso deja como un sectario desmemoriado a Sánchez a la par que hunde al torpón del PP por el chiste mortal
Luis Ventoso, fotograma del chiste subido por el PP y Pedro Sánchez. PD

Cierto es que no tiene defensa alguna lo que ha hecho un torpe del PP que creyó que era buena idea linkar en las redes sociales del partido un vídeo en el que, a modo de chiste, se venía a desear la muerte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aunque es verdad que esa misma performance se hizo con Mariano Rajoy, si bien es verdad que el PSOE no cayó en la tentación de subirlo a sus perfiles oficiales.

Cuenta este 6 de enero de 2019 Luis Ventoso en su tribuna de ABC que:

El humor es uno de los atributos de la inteligencia y en el mundo anglosajón constituye una tarjeta de presentación obligada, el aceite que engrasa las relaciones públicas. En Estados Unidos o Inglaterra resulta improbable que una alocución ante un auditorio arranque sin un guiño humorístico del orador. El sentido del humor sigue vigente en la Cámara de los Comunes, incluso en estas horas irascibles de la locomía del Brexit. Antaño, personajes como Churchill destacaron por sus invectivas envueltas en elanimus iocandi. «Winston, estás borracho. Es más, diría que desagradablemente borracho», le espetó en 1946 en el Parlamento la corpulenta diputada laborista Bessie Braddock. Sir Winston replicó así: «Bessie, querida, eres fea. Es más, desagradablemente fea. Pero mañana yo estaré sobrio y tú seguirás siendo fea». Huelga decir que el chascarrillo no pasaría el corte en nuestros días de atosigante corrección política. Hoy Quevedo no podría escribir ni una línea.

Apunta que en política hay demasiada seriedad:

En el parlamentarismo y la vida pública española siempre había imperado un agudo sentido del humor. Hasta Franco recurría alguna vez a la ironía burlona («haga como yo, no se meta en política»). Los líderes de la transición eran dados al alivio de los juegos de palabras, los chistes, las anécdotas. Hoy, en cambio, padecemos a la clase política más enfurruñada de nuestra historia. El humor parece proscrito en el Congreso y en las entrevistas (hasta Rajoy, poseedor en privado de una formidable retranca, apenas la sacaba a pasear). Políticos como Rivera se muestran tan forzadamente solemnes que viéndolos a veces piensas que si sonríen les va a doler la cara. Otro tanto sucede con Sánchez, alérgico al buen humor.

Va al meollo de la cuestión:

Ayer un humorista sevillano grabó en vídeo un chiste viejo, malillo y macabro, que todas las navidades se repite aquí o allá con diversos personajes (el año pasado le había tocado a Rajoy y en Argentina lo han hecho con Macri): «Queridos Reyes Magos, mi cantante preferida era Amy Winehouse, y te la llevaste. Mi actor favorito era Robin Williams, y te lo llevaste. Mi humorista favorito era Chiquito, y también te lo llevaste. Solo te escribo esta carta para decirte que mi presidente favorito es Pedro Sánchez». Un operario torpón del PP lo encontró graciosete y lo subió a las redes sociales oficiales del partido.

Y resalta que a pesar de la torpeza del operario del PP, Sánchez tampoco puede hacerse la víctima:

Al cabo de hora y pico, alguien con más cabeza y jefatura ordenó retirarlo y pedir disculpas. Pero el Gobierno aprovechó raudo la metedura de pata para sobreactuar, con la vicepresidenta Calvo pidiendo desde su casa de Córdoba que la Fiscalía investigase la acción del PP. Hipocresía, una vez más. Sánchez defendió el pasado mayo al rapero Valtonyc cuando fue condenado por sus ofensas, entre ellas, recetar una explosión con nitroglicerina en un bus del PP. Este Gobierno, que presa del culto al líder se rasga las vestiduras ante un chiste malo, es el mismo que tolera impasible todo tipo de salvajadas en las redes sociales catalanas, o el que ha apoyado que se despenalicen las injurias al Rey. El chiste más zafío del día fue en realidad la hipérbole de Calvo con la Fiscalía.

Juan Velarde es redactor de Periodista Digital @juanvelarde72

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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