Análisis

Victor Entrialgo De Castro: «Mando y coordinación»

Victor Entrialgo De Castro: "Mando y coordinación"
Trapero TW

Una cosa es utilizar suavizante y otra cosa es mezclar la ropa blanca con la de color. Lo ha puesto en claro el juicio al separatismo catalán. Es el error del estado autonómico, decir coordinación cuando en realidad se debe decir mando.

Si se detienen a violentos alborotadores a sueldo, si se convoca a una masa adoctrinada durante años a odiar todo aquello que representa lo odiado, el chivo expiatorio, no pueden venir diciendo que aquel dia advirtieron a una masa enardecida durante años: «odiar, pero suave».

Ya vemos a lo que ha llevado la creación de policias autonómicas. Mezclar, como los Mossos, la policía de barrio con la policía militar. Si se les hubiesen facilitado las armas que reclamaron, hubiésemos tenido con el iluminado Puigdemont, no ya la rebelión y la ruptura del monopolio constitucional del uso de la fuerza por parte del Estado, sino incluso un ejército autonómico.

Cierto que ha habido la sublevación de Trapero y parte de «sus Mossos», pero de haber contado con armas los acusados, como Companys y la historia demuestran, hubiese podido utilizarlas en cualquier momento. De hecho los golpistas hicieron de los Mossos su fuerza armada, para garantizar, por acción u omisión, la realización de un acto rebelde, la votación ilegal, que fue dejada sin efecto quedando en un evento propagandístico.

Coordinación, repiten durante el juicio los mandos policiales de los Mossos e incluso los del Estado durante el juicio del golpe de estado insumisión y rebeldía incluidas ¿ Y por qué no, mando, que es la palabra adecuada?

Quizás porque quienes la tenían que utilizar no lo hicieron, Rajoy y Soraya, que curiosamente, se va antes de transcurrir el mínimo plazo de incompatibilidad a una gran superficie del Derecho de ésas donde puedes encontrar un poco de todo, derecho pero sobre todo influencias y tal, al que favoreció durante su vicepresidencia, y que es además asesor del independentismo. ¿Cabe amoralidad mayor?

El art, 149.29 de la Constitución establece la competencia exclusiva del estado en materia de seguridad y orden público, sin perjuicio de la posibilidad de creación de policías por las C.A. en la forma que disponga estatutos y en el marco de lo que disponga una ley orgánica.

Cuando coinciden los 3 cuerpos, como sucedió el 1 de Octubre de 2017 con ocasión del referéndum ilegal anulado por las resoluciones judiciales el art 46.2 de la Ley de fuerzas y cuerpos de seguridad, «el mando», -palabra tabú para los golpistas-, lo tenía el jefe de la Unidad del cuerpo de seguridad «actuante». No se produjo dicha circunstancia, porque uno de los cuerpos no cumplió el auto judicial. Se consideran,ya se ve, por encima de la ley. Como ahora Torra no quiere obedecer con los lazos, a la Junta electoral.

En Roma, desde la fundación de la República, a nadie se le había ocurrido discutir que el mando debía se ejercido por el Senado. Fue con la guerra Civil de César y Pompeyo cuando se convirtió en elemento de conflicto y motivo de preocupación. Los romanos ya no estaban de acuerdo en quién debía mandar.

El lema del liberalismo era laisser faire, laisser passer, es decir, en cuanto a la sociedad, lo que había que hacer era no hacer nada. Pero esto en realidad no es así, sino que la sociedad, ya lo que estamos viendo, debe consumir una parte importante de sus energías, a veces excesivas, como con el separatismo, en reprimir las tendencias antisociales y eso exige cosa distinta de la coordinación. Este agotador trabajo se denomina mando y su instrumento es el Estado.

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