ANALISIS

Eleonora Bruzual: «Estoy muy preocupada pero también muy atenta»

Eleonora Bruzual: "Estoy muy preocupada pero también muy atenta"
El líder venezolano Juan Guaidó. EP

Sin rodeos ni consideraciones bobas que muchas veces son parte de la complicidad y aunque es muy duro, comienzo mi columna de hoy diciéndoles que mejor es decepcionarse a tiempo que seguir transitando engañados una tragedia de la que no se saldrá con corruptos y cómplices protagonizando como políticos opositores

Ya el pasado año exactamente el 24 de junio, titulé «Cómplices y corruptos no pueden reconstruir Venezuela» y sigue esto siendo una verdad dolorosa pero que hay que decir y decir porque de otra forma también seríamos encubridores. La situación sociopolítica de Venezuela no es que no cambia, es que se agrava más y más. Decía hace meses que cada vez es más patética. Hablaba del hambre, la insalubridad, la violencia, la corrupción y la complicidad y hoy simplemente es peor… Esas realidades no son más que ingredientes del caldo putrefacto que llevamos lustros consumiendo, y como lo dije: Caldo que cocinan a dúo los criminales que ostentan el poder y los que les sirven de «Oposición» y reciben a cambio una que otra cuotita de influencia que bien agrada a sus ambiciones y mediocridad.

Caldo putrefacto en el que vemos como «Cubitos» de guiso a personeros del gobierno interino de Juan Guaidó, haciéndose acompañar a reuniones con altos personeros del Departamento de Estado, por boliburgueses, esos bellacos asquerosos hoy archimillonarios. Les vemos bien a esos o a alguna de sus mujeres acompañando a un personaje tan clave en este momento como es el embajador designado en EEUU por Guaidó, Carlos Vecchio.

Le vemos, pedimos explicaciones y simplemente nos ignora. Simplemente todos se hacen los locos como si no fuese obligación explicarle al país esa dudosa actitud.

E igual que cito aquí lo que escribía en junio del pasado año, también citaré mucho de lo que dije el pasado 17 de febrero en otro de mis artículos, ese titulado: Y siguen siendo cómodos a la Narcotiranía.

Allí desesperada decía que no podemos dejar que una «Oposición cómplice» pretenda que los castrochavistas causantes de esta tragedia se empaten en un nuevo gobierno o se les permita seguir actuando políticamente, y esto lo digo porque es realmente preocupante que ese Carlos Vecchio declarara que «…el chavismo está invitado a construir la transición desde la Asamblea Nacional», y ahora poco menos de un mes después de ese exabrupto, aparezca acompañado por Yael Murciano, la que es mujer de uno de los más señalados y vivarachos bandoleros idos a los EEUU, de nombre Moris Beracha, culpable como tantos de la ruina de Venezuela.

Vecchio aparentemente incapaz de repugnarse ante tal corrupción, ante tanta maldad, ante tanta insensibilidad… Y me preguntaba cómo era posible que Vecchio tuviera el descaro de decir en los Estados Unidos (13 /02/ 2019) que él y por supuesto el gobierno interino que representa «Tenemos que rescatar la convivencia democrática y la estabilidad política» y agregara que «53 puestos de la bancada del chavismo (en la Asamblea Nacional) pueden construir desde ahí la transición». Descaro total, repugnante actitud la de este hombre que nos irrespeta sin duda y nos sume en más desesperanza y más asco… Este hombre descarado que dijo: «La corrupción de la élite madurista no la puede pagar la base», y lo dijo y ahora aparece con la mujer de Beracha, pensando quizá que aceptaríamos que esa y el marido guisador también son «Base» y no mafia gobiernera y mayamera… Mafía de la que muchos ya están hasta sancionados por la administración Trump, y los que aún no, es nuestra obligación pedirle que los investiguen y sancionen y que por nada millones de ciudadanos honestos les permitiremos usar el gobierno interino como una tabla de salvación.

Tabla de salvación para esos que se enriquecieron defalcando a PDVSA, a CITGO. Estafando con plantas eléctricas inservibles que ahora dan como resultado apagones terribles donde el número de muertos se agranda, la ruina se potencia y el llanto de toda una Nación es el ruido que escuchamos y no podemos calmar…

Bichos malignos incapaces de sensibilizarse allá donde viven como príncipes, por millones de seres tomando aguas contaminadas, cayendo en la negra oscuridad y si no se matan, se fracturan huesos en donde no existe ni siquiera la posibilidad de enyesarles ni darles antibióticos o un calmante que mitigue el agudo dolor. Ladrones repulsivos que saben la de niños que han muerto por desnutrición pero les importa un bledo, mientras a sus hijos les sobren las comodidades, la comida, las medicinas y por supuesto la misma insensibilidad…

Ojalá Juan Guaidó lea esta columna, ojalá de no leerla alguien le comente la repulsa que comienzan a causar algunos de los que le acompañan. Ojalá le digan que los honestos que somos muchos no callaremos ante más amoralidades, más complicidades y más decepciones. Que la única manera de rescatar Venezuela es diciendo verdades le moleste a él o al que sea… Que muchos decidimos que no nos van los comentarios timoratos, que se acabó la paciencia, porque tenerla es condenar a muerte a miles más… Que le apoyamos si su propósito es rescatar Venezuela y rechazar a las lacras activas y avariciosas.

Y cierro por hoy invitando a millones de ciudadanos a hacer suyas las tribunas que brindan las Redes Sociales, en especial Twitter, donde nadie nos tiene que autorizar opinar y menos invitar a cambio de que digamos lo que les conviene a los amorales. Twitter la voz de los corajudos y allí denunciar mil tragedias, una reciente (Finales de febrero) la señalada por el médico y diputado a la Asamblea Nacional hoy también desterrado, José Manuel Olivares que hizo pública la muerte de 1.557 personas en los últimos tres meses solo por la falta de insumos médicos en los centros de salud, y como esa otras que sería pecaminoso no denunciar.

 

[email protected]   / @eleonorabruzual  /  http://www.gentiuno.com/

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