A Francia que le den dos tazas

MADRID, 1 (OTR/PRESS)

Tendríamos que replantearnos seriamente los que somos -hemos sido- mas francófilos que anglófilos este sentimiento en particular, ponerlo al día por lo menos o hacerlo pasar por la vía de la razón y una cierta reciprocidad deseable. De todos es conocida la pregunta y la respuesta: -¿Cómo son la franceses? -No le puedo decir, no los conozco a todos.

Vale, pero aun admitiendo que generalizar es siempre peligrosos, lo que parece un hecho es que dieron el espectáculo (lamentable) en los mundiales del Fútbol que ganó España; un hecho que en Formula 1 ni se les ve ni se les espera y un hecho que desde las épocas de Anquetil o Merckx (que, por cierto, era belga), en su grandioso «tour» no brilla un corredor francés mas allá de alguna etapilla suelta, pero nada que hacer con un americano como Lance Armstrong. En tenis el bueno de Tsonga no termina de explotar y está aun a años luz de Federer, Djokovic o Murray ¿Tenemos la culpa de esto los españoles? Pues parece ser que si.

Ahora a los franceses les ha entrado el gusto por el abucheo a dos de nuestros deportistas más limpios en todos los sentidos: Nadal y Contador. El público francés la ha tomado con ellos llegando hasta la grosería que se hacía patente en el caso de Nadal cuando aplaudían no ya los puntos del contrario sino los errores del propio del jugador español. Pitaron y pitaron, abuchearon y fastidiaron y tuvieron que tragarse las palabras de un Rafa siempre elegante agradeciendo al público su apoyo cuando levantaba su enésimo trofeo Roland Garros, tan francés, tan propio, tan suyo.

Pasó lo mismo con Contador. Cualquier aficionado al ciclismo sabe que Alberto no se ha dopado y que la historia kafkiana de la que ahora se le acusa, se le absuelve y se le vuelve a acusar para mantener así en vilo su prestigio, es tan ridícula como no hace falta sino mirar un poco el pasado Giro para darse cuenta de que Contador está él solito muy por encima del resto de corredores, incluidos los franceses, qué le vamos a hacer. Y a Contador no le pitaron por las sospechas interesadas que ciertos sectores del ciclismo de despacho se empeñan en mantener, a Contador le abuchearon porque es el mejor y no sólo no es francés sino que es español, como Nadal. ¿No querías sopa? Pues toma dos tazas. Es comprensible que un país tan ególatra no aguante ciertas cosas, pero resulta penoso para aquellos que hemos admirado la modernidad y el liberalismo de Francia que a estas alturas nos ofrezcan estos lamentables espectáculos y encima animados por una prensa deportiva que deja mucho que desear. ¡Anda y que les dos tazas!

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