La gestión politica y la economía

¿Centralización y concentración?

Se puede concluir que la sociedad original fue cooperativa, la medial protectora, la industrial concentradora, la servicial relacional y la intelectual será sinérgica

¿Centralización y concentración?
España, crisis y paro. ER

¿Prefiere la socioeconomía la centralización o la descentralización? La centralización como modelo de gestión política provoca una espiral de concentración de la inversión y el gasto y por ende de población.

¿Pero qué es más interesante económicamente la conglomeración urbana o la dispersión territorial?

Con los seis mil quinientos y cuatro mil quinientos millones de euros adeudados para la ampliación de los aeropuertos de Madrid y Barcelona respectivamente no hubiera quedado en España ninguna provincia sin aeropuerto y, allá, en aquel futuro habrá más desplazamientos en aeromóviles que en automóviles.

Mientras la concentración destina la mayor parte de su presupuesto a mantenimiento, pues requiere la actualización constante de infraestructuras, exige adaptación competitiva, pretende la compensación de ingresos y gastos y se debe considerar por tanto un coste macroeconómico, la dispersión presupone desarrollo de las mismas, conlleva crecimiento económico que implica desarrollo innovador, invención, busca la ventaja competitiva, acarrea expectativa de margen de beneficio, se debe considerar por cuanto una inversión macroeconómica.

Seguro que con la financiación prestada para la adecuación de la madrileña M-30 se hubieran industrializado innumerables pueblos y con lo enterrado en los «metros» se hubiese acercado el transporte de mercancías por ferrocarril a todo el territorio nacional y a la competitividad económica.

No es justo que todos los españoles tengan que financiar el desastre de las autopistas radiales madrileñas y en muchos pueblos solo se vea un canal de televisión o no tengan acceso a Internet sus habitantes.

Ni es más barato tener solo universidades en las grandes ciudades si hubiera que pagar la residencia en esas urbes a todos los estudiantes de fuera que se tuvieran que desplazar a estudiar a ellas evitando desigualdades sociales de oportunidad.

Ni tiene sentido económico apiñar autovías en Valladolid si no es su «auto»-beneficio dado el escaso valor que aporta tanto dispendio a la economía nacional y a la del resto de las provincias de su comunidad autónoma.

Si no se infrautilizasen las delegaciones provinciales y las diputaciones sobran la mayoría de los veinte mil funcionarios autonómicos ubicados en la ciudad pucelana y cuántos en una España descentralizada a nivel provincial.

La centralización responde al por qué se produce la quiebra entre el campo y la ciudad, a cómo se expolia la renta disponible rural o se provoca la descapitalización y el desequilibrio territorial.

Es consistente la hipótesis de que la geminación centralización-concentración está vinculada a sociedades económicamente menos desarrolladas.

Las mayores metrópolis se han cimentado en el estadio económico dominado por el sector industrial o secundario y modernamente se desarrollan otras, monstruosas y circundadas por conmovedora miseria, en los países en vías de desarrollo.

Observando las etapas evolutivas del hábitat humano, la primitiva se caracteriza por la subsistencia, caza y pesca, agua y pastos, la medial histórica por la defensa existencial, se amuralla, la industrial moderna por la pervivencia, salarios, la de los servicios postmoderna por las comunicaciones, relaciones y la sociedad avanzada, creativa e intelectual, se desubicará satisfaciendo la emotividad, la inteligencia, la inspiración, la exclusividad.

Se puede concluir que la sociedad original fue cooperativa, la medial protectora, la industrial concentradora, la servicial relacional y la intelectual será sinérgica.

De la experiencia industrial se infiere que la agrupación localizada del mismo sector productivo fomenta la innovación debido a la competitividad, pero es válido predecir que el futuro la multiplicará apoyándose en las sinergias de plataformas de conocimiento. Es correcto suponer que la sociedad futura requerirá un modelo descentralizado y desconcentrado.

Ese mismo sentido centralista ha configurado las ciudades de forma clasista debido a la condensación del gasto y la inversión, ocupando la clase alta hereditaria el centro urbano, la clase media funcionarial y de cuello blanco los ensanches, la clase obrera industrial los arrabales y, los nuevos ricos se acomodan en los suburbios, mas la creatividad escoge lugares únicos y exclusivos dentro o alejada de las ciudades.

El beneficio marginal presupuestario (en una administración municipal concentradora-centralista), léase por ejemplo del gasto en promoción turística, es decreciente según se aleja del centro histórico municipal.

Su repercusión es muy desigual en los establecimientos comerciales del entorno de la Calle Ancha leonesa que en los del barrio de Ventas.

Esa pendiente se nivelaría si se dividieran, se descuartizaran las ciudades descentralizando su gestión por barrios y comunidades vecinales y conllevaría un cambio de tendencia hacia la optimización de ese gasto e inversión.

Hay una correlación entre representación política partidista y administración centralista y entre representación vecinal territorial y dirección descentralizada.

De ese modo serían más parejos los núcleos urbanos si el consistorio, más apropiado concejo, fuere formado por un concejal de cada barrio nombrado por los representantes de cada comunidad vecinal que con la actual representación política partidista.

Sería conveniente desclasar y descentralizar y despolitizar la fisonomía urbana.

Que las sedes sociales de las grandes empresas se alojen en Madrid y así la toma de decisiones y los estamentos directivos tiene trascendencia más allá de la capital.

Además de la alienación económica del resto de España, provoca, lo que es peor, una polarización nacional del conocimiento más cualificado. La despoblación rural se evita estableciendo un generador de renta (empresa industrial, de servicios, centro de investigación, etc.) en cada pueblo que no solo con polígonos industriales en grandes poblaciones.

Por eso, los titulados superiores no residen en aquellos. Es un estigma pretender que los ganaderos y agricultores deban ser los habitantes rurales como es un estereotipo asociar los centros de investigación a las ciudades.

Hoy, las ferias de ganado de aquel Riaño ahogado podrían transformarse en un mercado electrónico de transacciones ganaderas y el soporte informático de la Seguridad Social es factible darse desde San Martín del Agostedo o Valcuende. La despoblación es consecuencia directa de la centralización y la descentralización garantía de igualdad territorial.

Históricamente existe una concomitancia económica de autoritarismo político y centralización-concentración y ello con regulación económica y con ella dependencia macroeconómica de los sectores regulados y con eso oligopolios empresariales y con esto inelasticidad e incremento inflacionista de costes de la economía nacional y un descenso continuo de su competitividad.

A ese binomio de ces se asocian demasiadas veces las de conseguidores, corruptelas, cárteles, formando un círculo corruptivo de la economía y lo que puede ser aun peor, una cultura de corrupción.

De igual modo la administración centralista considera las unidades poblacionales de forma unívoca como centros de gasto y no como núcleos de ingresos e inversión.

Su visión es invertida, diseña la organización administrativa desde el Estado y no desde la población y emplea el ochenta por cien de los recursos y servicios en el veinte de las grandes ciudades que generan, a su vez, el octogésimo del déficit presupuestario penalizando al ochenta por ciento de las poblaciones que solo genera el veinteavo. Así es como se crea una espiral socioeconómica centrípeta.

¿Centralización y concentración? No, desgracias.

 

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