"Pobre Inglaterra, Suecia, Bélgica, Holanda etc. a estas alturas ignoran que no son países serios ni demócratas"

Los tres mantras de Pablo Iglesias, Monedero, ‘Podemos’ y Cia: casta, papelito del 78 y régimen

"Si yo fuera Felipe de Borbón, pediría la convocatoria de ese referéndum que tanto preocupa a una izquierda y al 0,2% de los españoles"

Tratar de pervertir el lenguaje como lo hace Podemos, resulta sencillamente inmoral

Si yo fuera Felipe de Borbón, a un paso de ser el nuevo Rey de España, pediría la convocatoria de ese referéndum que tanto preocupa a una izquierda y al 0,2% de los españoles para decidir entre monarquía y república; ganaría, creo, la monarquía y punto final a esa asignatura que siempre va estar pendiente en nuestro país.

Y es que, aunque la noticia del siglo ha sido la abdicación del Rey, a una buena parte de los medios sólo parecía preocuparles la opinión de Podemos (Pablo Iglesias / Monedero) que se multiplicaban por las cadenas de tv y a los que les colgaban incluso la medalla de haber sido ellos los que hubieran precipitado las cosas.

Es su problema. El mío -como el de muchos- es otro y empieza a ser ya aburrido, pueril, injusto y sobre todo doloroso.

No tengo nada contra este partido o plataforma; es más: ¿no se les pedía a los indignados que participaran en la democracia y se sometieran a los votos?

Pues ya está, lo han hecho y han sacado más de un millón de voluntades. Hasta ahí todo bien. Ignacio Camacho: «Quién les iba a decir al PSOE que acabarían temiendo a un Pablo Iglesias».

Pero el entramado de Podemos se basa en tres pilares: casta, papelito del 78 y régimen. El resto, su programa es sólo, como han dicho desde Felipe González a Tamames, un sencillo disparate. Antonio Miguel Carmona pone en evidencia y deja ‘planchado’ a Pablo Iglesias en ‘La Sexta Noche’.

Pero Podemos, que pretende ser una alternativa a los partidos clásicos, utiliza las técnicas más conocidas y prefiero no acudir a los que mejor las manejaron. Pablo Iglesias llama «rastrero» a Eduardo Inda por recordarle sus elogios a ETA y que cobra de la dictadura venezolana.

Se trata de los mantras, repetir y repetir muchas veces algo que carece de contenido real hasta que no sólo parezca una verdad irrefutable sino todo un argumentario basado en una única realidad -la suya- pero que se presenta como respaldada por hechos incuestionables.

Así nos enseñan que la democracia en los países serios es incompatible con la monarquía. Pobre Inglaterra, Suecia, Bélgica, Holanda etc. a estas alturas ignoran que no son países serios ni demócratas.

Así deducimos que si bien Felipe de Borbón debería someterse a un referéndum, no tendría que haberlo hecho Raúl Castro nombrando por Fidel heredero de su gloria. Los papeles secretos que demuestran las mentiras de Pablo Iglesias y ‘Podemos’.

Pero esto de la república ya es un poco cansino; me preocupan los otros tres mantras de Podemos: insisten siempre en llamar «régimen» a la democracia surgida de la Constitución, jugando claramente, porque no es casualidad, claro, con la connotación que esa palabra, «régimen«, tiene en España: lo que hubo bajo la dictadura de Franco.

Y fueron muchos, demasiados como para frivolizar así, los que se jugaron incluso la vida por la libertad de este país. Tratar de pervertir el lenguaje como lo hace Podemos, resulta sencillamente inmoral.

El otro mantra es la utilización indiscriminada y ya también cansina de «casta«, esa cosa, que va calando hasta extremos peligrosos: un anónimo comentarista de diarios digitales, me incluía a mí en ese genérico tan cómodo:

«A los que durante los treinta y pico años de la transición siempre les ha ido bien, gobierne quien gobierne, y al verse decrépitos y fracasados en su alta madurez vomitan odio contra todo lo que les suponga un cambio en la vida complaciente que han llevado… pobre Aberasturi.»

Y terminaba llamándonos mendigos y babosos.

Pobre de mí, sí. Nunca he hablado de los que me insultan en las redes sociales y si pongo este ejemplo ahora es porque la generalización que hace Podemos de su mantra, puede traer -de hecho está trayendo- posiciones peligrosas y extremas como las de este buen señor.

El tercer mantra consiste en calificar una y otra vez como «papelito» a la Constitución del 78. Y aquí volvemos a lo de «régimen«. Pablo Iglesias se derrite en elogios a Amaiur y ETA por cuestionar «el papelito aquel del 78».

No sé qué edad tenían los intelectuales de Podemos en aquellos años de la transición; da igual, aunque quizás no sepan lo que costó poner de acuerdo, por ejemplo, a Fraga con Carrillo.

Pero el «papelito» que tanto desprecian, abrió el camino a todos para poder ahora incluso burlarse de él, opinar, presentarse a unas elecciones etc. ‘Podemos’ de Pablo Iglesias se alía con los proetarras de Bildu en una marcha independentista.

Sin aquel «papelito» llamado «Constitución» nada de cuanto está ocurriendo hubiera sido posible.

Y quede claro que no defiendo su permanencia eterna e inalterable porque muchas veces he señalado la necesidad de revisarla, enmendarla y mejorarla pero siempre desde el respeto y nunca, se me ocurriría llamar «papelito» al que fue el mayor consenso hacia la libertad de todos los españoles.

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