No se ha bajado Pedro Sánchez los pantalones, porque desde el primer día, empezando en la moción de censura contra Rajoy, los lleva doblados en el antebrazo cada vez que se acerca a los proetarras vascos y a los golpistas catalanes (Pedro Sánchez ordena a la Abogacía del Estado que no acuse de rebelión a los golpistas catalanes).
El presidente socialista sobreactuó y anunció que rompía relaciones con el PP, después de que Pablo Casado le acusara en las Cortes de ser «partícipe» del golpe de Estado que la Generalitat catalana mantiene en marcha contra el orden constitucional (Casado: «Es indecente que Sánchez humille a España forzando a la Abogacía del Estado»).
«Abogacía del Estado» pic.twitter.com/v0mYla9dwG
— Pachamamo (@nunkky) 1 de noviembre de 2018
Pero día tras día, los hechos siguen dando la razón a Casado. La infamia se ha consumado ahora: este jueves hemos conocido que la Abogacía del Estado sólo acusará a Oriol Junqueras y el resto de golpistas de la Generalitat por los delitos de sedición y malversación, pero no por rebelión.
Es indecente que el Gobierno humille a España forzando a la Abogacía del Estado a desmarcarse de la Fiscalía y a no acusar por rebelión a los golpistas. Sánchez está inhabilitado para seguir al frente de Gobierno y debe convocar elecciones ya. https://t.co/6ZC4cVxTF8
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) 1 de noviembre de 2018
Algo que contradice abiertamente la postura que la Abogacía del Estado mantuvo hace tan sólo tres meses, el pasado 6 de agosto, cuando en un escrito dirigido al Tribunal Supremo interesó que los 18 procesados lo sean por los delitos de rebelión (según el artículo 272 del Código Penal), desobediencia (artículo 410) y malversación (pues gastaron más de 4 millones de euros públicos en el referéndum ilegal del 1-O).
Hoy de nuevo muchos catalanes constitucionalistas nos sentimos abandonados e indignados al comprobar que Sánchez es capaz de hacer cualquier cosa por seguir en Moncloa. Entre ellas, intentar beneficiar a los que han roto la convivencia en Cataluña.https://t.co/9Nz5h7bZrJ
— Inés Arrimadas (@InesArrimadas) 1 de noviembre de 2018
Pedro Sánchez cumple así su parte del acuerdo, humillante para todos los españoles, sellado en la cárcel de Lledoners por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el propio Oriol Junqueras.
Tras su entrevista en prisión, Pablo iglesias anunció que el Gobierno debía «moverse» y aliviar la situación penal de los golpistas, a cambio de que ERC y el PDeCAT apoyen su proyecto de Presupuestos Generales del Estado.
La Abogacía del Estado
Cataluña
TRAIDORES¡¡¡¡¡¡¡¡¡ pic.twitter.com/x76gs5m2I2— Tabarnia News, hasta la victoria al totalitarismo (@MarcosHerrero15) 1 de noviembre de 2018
Si alguien tenía dudas sobre cuál sería la respuesta de Pedro Sánchez a este desafío, ya se han despejado: cede una vez más ante el chantaje de los golpistas, a cambio de mantenerse unos meses más en el palacio de La Moncloa.
Sánchez llegó a la Presidencia del Gobierno gracias a un pacto infame con los populistas de Podemos, los independentistas y los proetarras de Bildu. Ya ha quedado claro que está dispuesto a mantenerse en el poder a cualquier precio.
#CATALUÑAgolpistas
La Abogacia General del Estado (AGE), siguiendo instrucciones del Ejecutivo, acusará de SEDICIÓN y MALVERSACIÓN de fondos públicos a los procesados por REBELIÓN, encarcelados o fugados de Cataluña… ¿Estás de acuerdo? ¿Es un TRAIDOR Pedro Sánchez? pic.twitter.com/QHlVkD06Qw— Alejandro Mon (@AlejandroPenles) 1 de noviembre de 2018
Si es preciso, quebrando el Estado de Derecho para que los golpistas que se jactaron de vulnerar la Constitución e intentaron arrebatar sus derechos a millones de catalanes, salgan cuanto antes de prisión.