ANÁLISIS

Podemos va de culo, cuesta abajo y sin frenos en Madrid

Los podemitas quitan sillas de un acto en Madrid con Echenique y Errejón ante el plantón del público

Podemos va de culo, cuesta abajo y sin frenos en Madrid
Rita Maestre, Pablo Echenique y el ex Jemad José Julio Rodríguez (PODEMOS). EP

En Madrid nacieron conceptos tan fatuos como la nueva política y los alcaldes del cambio y en Madrid pueden tener su tumba (Rita Maestre se tira del barco podemita e Iglesias y los suyos se lanzan en tromba: «Se cree que el sillón es suyo, esto es un golpe directo»).

Los dirigentes de Podemos pusieron su sede central en la capital de España tras apropiarse del 15-M y a partir de ahí extendieron sus vacuas utopías a ciudades como Barcelona, La Coruña, Zaragoza o Valencia (Carmena vuelve a subirse el sueldo por la cara y ya gana 104.000 €, 4.000 más que Ana Botella).

Menos de cuatro años después, el epicentro ha implosionado y el efecto contagio a otras localizaciones se antoja inmediato. El «asalto a los cielos» se ha dado de bruces contra el suelo e incluso Manuela Carmena le ha dicho a Pablo Iglesias que no es de Podemos y que no tiene por qué hablar con él.

Una cosa es el ardor del momento y otra muy distinta la capacidad política e intelectual para sustentar un proyecto creíble y de largo recorrido. Algo de lo que, desde luego, adolecen los comunistas bolivarianos y sus confluencias. Imposibilitados por constantes dislates ideológicos y unas guerras internas entre multitud de facciones que cada vez son menos subsanables.

Esta concatenación de tensiones está provocando la desafección de su electorado. La prueba la tenemos en el rotundo fracaso que ha supuesto el acto que los morados habían organizado este viernes en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y donde pretendían dar a conocer «el acuerdo de los Presupuestos al que han llegado con el Gobierno y hacer partícipe a la sociedad civil de este proceso».

Esa «sociedad civil» les ha dado la espalda hasta el punto de que han tenido que quitar las sillas de una sala con capacidad para 300 personas.

Un espacio por el que han pagado 4.000 euros y donde apenas han acudido 30 militantes a pesar de que estaban anunciados líderes destacados de la formación como el secretario de Organización, Pablo Echenique, el diputado Iñigo Errejón o el líder en Madrid, el ex Jemad José Julio Rodríguez.

Por lo tanto, las sensaciones de cara a los próximos comicios locales y autonómicos no pueden ser peores. Si los españoles han aprendido la lección, podemos estar ante el principio del fin del populismo bolivariano en España.

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