Podemos prepara el asalto de la CUP ofreciendo apoyo a presos etarras y referéndum separatista
Que a una organización tribal anticapitalista le haya llevado tres meses de debate asambleario --con pucherazo técnico incluido-- mandar a su casa a Artur Mas y que al final lo haya hecho por apenas un puñado de votos refleja que la coherencia no es el elemento más abundante en el planeta batasuno catalán.