Andrés Aberasturi – El descrédito sindical
MADRID, 11 (OTR/PRESS) Respeto -pese a mi total escepticismo- los beneficios que se pueden obtener en un curso de risoterapia. Lo que ya me cuesta más es respetar que un sindicato, en un país con seis millones de parados, dedique una parte de las subvenciones que recibe graciosamente de todos nosotros a impartir estos cursos a los trabajadores.