TILDE DE MÁS Y DE MENOS Y OTROS ESCOLIOS
Dilecto Bieito Rubido Ramonde:
En el ABC del día de la fecha, martes, 10 de mayo de 2011, acabo de leer el artículo de Eduardo San Martín, titulado “La porcelana de la abuela”. Como coincido básica y casi íntegramente con el autor en lo tocante al fondo del mismo, me referiré exclusivamente a su forma, con la que discrepo en varios lugares.
Escribe don Eduardo “Los espíritu (sic) del pasado”, dejándose, claramente, la ese del plural.
Urde, entre paréntesis, de esta guisa: “lo mismito que lo de Bin Laden, según el interfecto (sic)” . Si el señor San Martín acude al DRAE, comprobará que el término “interfecto” significa: “Dicho de una persona: muerta violentamente, en especial si ha sido víctima de una acción delictiva”. Puedo dar por bueno que use ese vocablo literariamente, dando a entender que el expresidente Felipe González Márquez está muerto políticamente (como también, sin duda, lo está José Luis Rodríguez Zapatero, verbigracia) hablando. A quien sí le viene la voz como alianza al anular es a Osama (qué va; no nos amaba un ápice) bin Laden, el abyecto terrorista asesinado por el hiperpertrechado y supermodernizado Séptimo de Caballería de la democracia estadounidense, que funge de sheriff del orbe.
Don Eduardo trenza “movilice un sólo (sic) votante más”. El adjetivo “solo” no lleva tilde. El adverbio “sólo”, empero, sí puede (su uso es potestativo) portarla, cuando equivale a únicamente.
Fina el señor San Martín su columna así: “puede batir records (sic) el 22 M”. A “récords” le falta la tilde, aunque sea un anglicismo y en inglés no la lleve.
Aprovecha la ocasión para enviarles deseos de salud a todos los trabajadores de ABC
Ángel Sáez García
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