QUE LA BELDAD TE SIGA ACOMPAÑANDO
Que la beldad te siga acompañando
Igual que lo hace, Silvia, tu fiel sombra.
A mí tu venustez impar me asombra;
Por eso este soneto ando amañando.
Gozo un montón al verte pergeñando
Tus gracias y virtudes, que no nombra
Quien te detesta, en sueños las escombra,
Despierta y a ella acaban arañando.
Por más que tú procuras no jactarte
De haber salido airosa en el reparto
Que Dios hizo de dones y cultura,
No falta la infeliz que llega a odiarte
(Con ella de la risa yo me parto),
Pues ve que no estará nunca a tu altura.
Ángel Sáez García
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