A MÍ SAVATER ME ESCULPE
“Te quejas de las censuras de tus maestros, émulos y adversarios, cuando debieras agradecerlas: sus golpes no te hieren, te esculpen”.
Santiago Ramón y Cajal, en “Charlas de café” (1920).
Huyo de quienes profieren
La verdad haber hallado.
Prefiero escuchar callado
Las razones que refieren
Sus labios, porque no hieren.
A mí me esculpen las voces
De Savater, por sus roces.
No me escupen ni molestan
Sus tiros, que tanto encestan.
¡Eviternos son sus goces!
Ángel Sáez García
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