El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Saboreamos más lo que nos cuesta

SABOREAMOS MÁS LO QUE NOS CUESTA

(SI TIENE SOLUCIÓN, ¿POR QUÉ TE QUEJAS?)

Dilecta Pilar:

Al final (más pronto que tarde), tendré que comprarme uno, para no quedarme colgado (aunque acaso ocurra que el que se quede así sea el ordenador que me compre y, como corolario, también servidor).

Saboreamos más y mejor lo que nos cuesta más denuedo lograr, sí.

Cuando uno sale de casa, allí donde vaya, ya lo sabes, por propia experiencia, le puede acontecer de todo (lo habido y por haber).

El viernes bajé a la biblioteca, pero no pude enviar los tres textos del sábado, domingo y lunes. Así que ese menester lo coroné (con demora) ayer. Tampoco pude comentarte tu columna del Heraldo de Aragón, “Universitarios”, en la que hablabas de tu experiencia con la Selectividad, de la EvAU de tu sobrino y mentabas a los Camilos y a Auxilia. Me gustó sobremanera ese cúmulo o fusión, que no confusión, de pasado y presente, recuerdos y realidad.

No quiero depender de él, del ordenador, no quiero hacerme adicto a él, pero compruebo, un día sí y otro también, que es una herramienta estupenda, fundamental, y que la necesito para pasar los textos que escribo a mano (ahora escribo un porcentaje cada vez mayor de los tales directamente en el ordenador). Por eso te hablaba arriba de esa posibilidad, de que él se cuelgue y, como consecuencia, también lo haga, sin querer, este menda. Para superar o salir airoso de casos similares, me suelo agarrar al cuello de este pensamiento (no te miento), un adagio o proverbio oriental: Si tu mal tiene remedio o solución, ¿por qué te quejas?; si no lo/a tiene, ¿por qué te quejas?

El fundamento de todo lo que urde un escritor (ella o él) es y está en la realidad. Luego él se encarga de metamorfosearla, según sus necesidades argumentales o a su antojo (junta, por ejemplo, varias anécdotas de distintos veranos en uno en concreto, el que está narrando). A veces, el autor no es consciente de que miente, aunque lo haga de manera involuntaria, porque realiza la operación descrita sin reparar en que son sus propios recuerdos los que se confabulan y unen y, de resultas de todo ello, embelecan.

Desde el jueves pasado, he vuelto a hacer mis andadas (llamó así a una forma de andar a buen ritmo o rápido) vespertinas. Y el calor se ha dejado notar. ¿Hasta cuándo? Los meteorólogos dicen que mañana y pasado bajan un poco las temperaturas. Veremos. Creo que funcionan mejor mis riñones. El próximo viernes, 21, subo al HRS a que me hagan una ecografía de los susodichos. Ignoro si ya te lo había contado, pero padezco una insuficiencia renal.

Otro (de tu amigo Otramotro).

Ángel Sáez García
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Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

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