HORA ES DE ALECCIONAR A LOS POLÍTICOS
Hoy, tras arribar ileso a la frontera más estrecha y dichosa del orbe, con un pie en el país de las burlas y el otro en el de las veras, me ha dado por urdir esta epístola, mitad seria, mitad zumbona.
Dilecto (y diverso) pueblo, queridos conciudadanos españoles (ellas y ellos):
Han pasado más de dos meses desde el domingo 28 de abril, día en el que los ciudadanos patrios (hembras y varones) fuimos a votar a nuestros respectivos colegios electorales (o acudimos antes a solicitar el sufragio por correo, o, si nos hallábamos en el extranjero,…), o sea, desde que cumplimos con nuestro deber cívico o cometido. Quienes, al parecer, no han estado a la altura de las circunstancias han sido nuestros representantes, los diputados, los políticos electos (ellas y ellos), pues aunque ya hay candidato, Pedro Sánchez, este no ha conseguido juntar los apoyos necesarios para superar la investidura y gobernarnos, sin contratiempos, durante los próximos cuatro años, antes de volver a ser convocados a unos nuevos comicios generales.
Os pregunto, conciudadanos (hembras y varones): ¿No creéis que ha transcurrido el tiempo prudente y necesario para que los políticos, a quienes solo les debería importar y/o preocupar nuestro interés, el general, esto es, solucionar los numerosos problemas que nos acucian, tendrían que haber subido ya el primer peldaño de esa escalera?
En el supuesto de que la legislatura fracase incluso antes de echar a andar, porque el candidato socialista Pedro Sánchez no logre salir airoso del trámite previo y necesario de la investidura, ¿a qué partido/s echará él la culpa? ¿A qué formaciones responsabilizará de ese desaguisado o marrón, tener que repetir las elecciones generales? ¿Él ha sido todo lo diligente e inteligente, que se esperaba, para dar esquinazo o esquivar a Escila y a Caribdis?
Supongo que os han llegado comentarios o rumores de lo que se airea y cuece en los innúmeros mentideros del país, de que varios diputados electos están valorando la posibilidad de que los ciudadanos volvamos a ser convocados en noviembre a nuevos comicios. Si eso, a la postre, resultara así, os propongo lo siguiente. La ciudadanía española no se niega a que se iteren las elecciones. Ahora bien, el pueblo exige incluir esta conditio sine qua non en el nuevo contrato social que se dispone a firmar con sus representantes: Ninguno de los diputados que resultaron electos tras los primeros comicios podrá formar parte de las nuevas candidaturas de los partidos. Seguramente, pagarán justos por pecadores, pero, si los representantes elegidos en el primer intento han sido incapaces de llevar a cabo su tarea, ¿van a ser aptos para coronarla en el segundo? Lo dudo. Que sepan, de antemano, que no contamos con ellos para ese segundo e hipotético asalto.
Así alecciona el pueblo a los ineptos.
Ángel Sáez García
