DOY CUANTO ME CONCEDO, AUTONOMÍA
No es justo que mujer castigadora
A la que padeció horrores se llame.
¿Te extraña que en su contra haya quien brame
Y tal como ocurrieron narre ahora?
Quien es de esos errores relatora
Tiene derecho en cuanto pide, clame
En desierto o en oasis, y reclame
Que una tribuna den por cumplidora.
En muchos matrimonios se oprimía
A la fémina en ámbitos diversos.
Hubo quien a su esposa escribió versos
Después de amoratar su anatomía.
Doy cuanto me concedo, autonomía,
Para poder contar hechos perversos.
Ángel Sáez García