Palpito Digital

José Muñoz Clares

¿Les reñimos?

Algún alma cándida de la UE ha salido a pedir a Rajoy que no utilice la fuerza, poniendo así la estética sobre la ética: da muy mal en las fotos. Y muchos nos preguntamos cómo si no se va a aplicar el art. 155 y se va a reconducir la situación al marco constitucional. ¿A base de seducción, como sugiere el indigente intelectual de Podemos? ¿Sentándonos a dialogar la salida pactada de Cataluña de España y dejar en territorio hostil a varios millones de rehenes?

De momento los rebeldes se han fabricado una línea Maginot de escudos humanos compuesta de  jovencitos de secundaria y universitarios en flor que nada saben de lo que fue el 23F y cómo se le puso fin. Pero el día a día se va a recuperar mañana mismo cuando, según es de temer, no pueda jugarse el Madrid/Gerona ni pueda el Barça desplazarse fuera de Cataluña a jugar ningún partido salvo los que tenga contra equipos vascos. Y eso por hablar de lo más sencillo, porque las brigadas del ejército asentadas en Cataluña ¿se van a ir sin más atendiendo al asco que inspiran a Ada Colau? ¿Y los Guardias Civiles y agentes del Cuerpo Nacional de Policía también? ¿Y los jueces? ¿Y los fiscales?

Desconectar a siete millones y medio de personas del Estado al que pertenecen no es la tarea sencilla que se imagina la hoy sonriente Gabriel. Por eso Junqueras y Puigdemont aparecen serios y con la mirada de los mil metros incrustada en los ojos. Todo el campo se le ha vuelto enemigo porque saben que en algunos lugares cercanos acecha la fuerza de la razón en forma de acero y orugas por si hiciera falta. Porque es ley que la fuerza de la ley tenga el respaldo brutal de la ley de la fuerza bruta, y el Estado no puede dudar en hacer uso de la misma si llega el caso. O deja de ser Estado.

Esta va a ser la noche en que se pierda el miedo a todo y no sabemos a qué atrocidades se puede llegar, pero mañana saldrá el sol y el Estado se pondrá en marcha. Ahora serán ellos quienes corten carreteras y acobarden disidentes pero mañana y pasado y al otro los ánimos decaerán ante una realidad tozuda, imperturbable, y se encuentren sin servicios, sin medicinas, sin red de trasplantes, sin pensiones, sin nada, más que el pan y cebolla con el que hoy creen que se contentarán. Los turistas tardarán en volver. Muchas empresas no volverán nunca. Va a haber demasiados cristales rotos como para que no nos acordemos de aquella otra noche en que otras hordas nacionalistas se echaron a la calle a exterminar enemigos. Y luego acabó todo como sabemos.

Dos borrachos apoyados el uno en el otro no componen la imagen de un hombre sobrio: siguen siendo dos borrachos que no se caen al suelo de puro milagro. Muchos guardamos en la memoria las imágenes de lo que le pasó a la policía política portuguesa cuando los capitanes se echaron a la calle y la muchedumbre se desmandó. Lo que le pasó a la Stasi de la Alemania del Este y a la Securitate rumana cuando cayeron los regímenes mentirosos en que se apoyaban y a los que apoyaban, como la pareja de borrachos de apariencia feliz. El delirio de Puigdemont tiene las patas muy cortas y pronto acabará. Cuanto antes mejor.

El peor nacionalismo y sus SS correspondientes han rebrotado en Cataluña. Veremos cuánto tardan los aliados en maldecir el pacto vergonzante que los condujo a la deshonra y a la guerra que no querían. No habrá guerra aquí porque no hay enemigo a la altura, pero nos quedan por vivir episodios que nos amargarán la vida y el sueño.

Esta tarde, esta noche, mañana mismo.

 

 

 

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

José Muñoz Clares

Colaborador asiduo en la prensa de forma ininterrumpida desde la revista universitaria Campus, Diario 16 Murcia, La Opinión (Murcia), La Verdad (Murcia) y por último La Razón (Murcia) hasta que se cerró la edición, lo que acredita más de veinte años de publicaciones sostenidas en la prensa.

Lo más leído