Donald Trump ya está prácticamente subido en el tren de la victoria de las próximas elecciones de Estados Unidos, son apenas escasas las probabilidades de que suceda lo contrario.
A pesar de los escándalos del impeachment, de sus muchos días jugando al golf o de su baja popularidad en comparación con el resto de mandatarios al momento de salir electos, Trump (con un 45% de nivel de aprobación) terminará siendo reelecto como presidente de la primera potencia del mundo.
Lo que muchos se preguntan es, ¿Cómo es posible que esto suceda?
Hay tres razones básicas que destaca BBC y son las siguientes.
1. La División política en EEUU
La división partidista que llevó a Trump a la victoria electoral en 2016 no es la misma, es peor.
Según un estudio realizado por el Centro de Investigación Pew en octubre, tres de cada cuatro (73%) votantes estadounidense (republicanos y demócratas) no pueden ponerse de acuerdo sobre «hechos básicos».
Esto, según destacan expertos en política y marketing político, beneficia a Donald Trump.
«La mayoría de los votantes verán la etiqueta del partido y dirán: si tal es el representante de mi partido, votaré por él porque no puedo imaginar apoyar lo que representa el otro partido», dice William Galston, un experto en política estadounidense en la Institución Brrookings.
«Aunque el estilo de gobierno de Trump ha tenido un rol en estas divisiones, ha tenido la ventaja de fortalecer su apoyo dentro de su propio partido».
Entre los votantes republicanos Trump cuenta con un apoyo de un 89%, según un estudio de Gallup, lo cual ha permitido al mandatario mantener, a día de hoy, una gran ventaja sobre los candidatos demócratas.
A estas alturas, ni siquiera el impeachment ha logrado socavar las bases de apoyo de los del partido de Trump hacia el mandatario estadounidense, por lo cual su destitución es poco probable, ya que el actual presidente cuenta con el apoyo de 53 de 100 miembros del Senado. Para que el juicio político prospere en contra de Trump es necesario el apoyo de dos tercios de la cámara.
2. La batalla constante de Trump contra sus adversarios
Donald Trump ha resultado ser un león en la selva de la política, eso a pesar de que en 2016, cuando el actual mandatario llegó a la político muchos pensaron que sería un cachorro y que duraría poco o nada.
Sin embargo, el nacido en Nueva York fue derribando adversarios, primero a los candidatos republicanos y finalmente a Hillary Clinton, quien partió como clara favorita siendo secretaria de Estado del gobierno de Barack Obama.
Esto demostró la efectividad del estilo de Trump, según dice Galston «el presidente Trump es muy bueno derribando a la gente, denigrando a sus oponentes, encontrando sus debilidades y jugando sin descanso con ellas».
Y ahora que se encuentra en la Casa Blanca en un país que suele a reelegir a sus presidentes cuenta una clara ventaja para Trump ante un candidato demócrata aún indefinido.
3. La economía, el empleo y el desempeño
El desempeño de la economía estadounidense y del gobierno en general es un factor fundamental que juega a favor del presidente Trump.
El pasado 2019 la tasa de desempleo disminuyó a un 3,5%, siendo este el registro más bajo en 50 años, la economía creó 266.000 puestos de trabajo en noviembre, según datos del Departamento de Trabajo.
Aunque no son pocos los que quitan a Trump el mérito de estos resultados, las cifras acompañan el discurso de Trump y le brindan un impulso político en medio de la batalla por el impeachment.
Esto es acompañado por los estadounidenses, un 75% de estos valoran de forma positiva las condiciones económicas de EE.UU., según una encuesta conducida para CNN en diciembre.
