El ministro venezolano de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, ha traicionado a quien hasta la fecha es considerado un empresario del chavismo. El representante de Nicolás Maduro apuntó, este sábado 15 de febrero, que cuenta con las pruebas de que el ‘bolichico’ Alejandro Betancourt, presidente de Derwick Associates y dueño de la marca de gafas Hawkers, es uno de los financistas de Juan Guaidó.
“Muy pronto se sabrá por qué sus compañeros de partido llaman al señor Guaidó ‘cordelito de mortadela’”, afirmó el ministro chavista en una rueda de prensa en la que se mostraron vídeos que buscarían vincular al empresario que se enriqueció con PDVSA y al presidente encargado de Venezuela.
“Juan Guaidó es Juan Guaidó. Hay que hacerle un estudio psicopático, señores de la MUD. Le miente a sus propios medios de comunicación y va a aparecer la llamada telefónica entre Alejandro Betancourt y Juan Guaidó”, insistió Rodríguez, quien es el hermano de la polémica Delcy Rodríguez. “Creían que Alejandro Betancourt era chavista y resulta que es el principal financista de Voluntad Popular (…)”, sentenció.
La diputada Tamara Adrián “se ha llenado las cuentas con millones de dólares por la redacción de contratos en su bufete”, acusó también el representante chavista, que se encuentra en la lista de los sancionados internacionales por violación de Derechos Humanos y relación con el narcotráfico.
Ladrón que roba a ladrón
A pesar de que el régimen de Nicolás Maduro destaca internacionalmente por los altos niveles de corrupción y lavado de dinero, el ministro de Comunicación comenzó su rueda de prensa indicando que “la administración Trump se ha robado 116 millones de dólares en perjuicio de Venezuela. Y de esa cantidad le lanza a su lacayo Juan Guaidó migajas, porque nadie lo controla”, expresó.
“El reto de Guaidó no es una lucha de poder, sino una lucha para robarse el dinero o recibir algunas migajas desde Estados Unidos. Es el más grande caso de corrupción que se ha vivido en la historia de Venezuela”. Sin embargo, no se dio cuenta que dijo que el presunto robo es mayor de la historia “incluso en la V República”. Aprovechando sus cinco minutos de gloria, Rodríguez también aprovechó para intentar enfangar al expreso político que se encuentra refugiado en la Embajada de España en Caracas.
En este sentido, también vinculó a Alejandro Betancourt con Leopoldo López y les acusó de estar relacionados con actos de corrupción en la venta de plantas eléctricas, lo que resulta impresionante tomando en cuenta con las adquisiciones y los contratos a dedo fueron organizados y ejecutados por el régimen chavista, mientras que López estaba en prisión.
Comprar una ‘amnistía’
Las acusaciones de Jorge Rodríguez ya habían sido adelantadas por Periodista Digital en julio de 2019, donde se indicaba que Raúl Gorrín y Alejandro Betancourt están detrás de la financiación del partido de Juan Guaidó, Voluntad Popular, y de Primero Justicia. Así lo había indicado en exclusiva a Periodista Digital el militar en el exilio José Antonio Colina, presidente de la organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), quien ha afirmado que «conocemos que ambos empresarios, entre otros, han venido pagando los viajes y viáticos de los diputados de la oposición venezolana que están participando en los diálogos con los representantes de Nicolás Maduro«.
Colina explica que «tanto Raúl Gorrín y Alejandro Betancourt están intentando controlar el proceso de la transición en Venezuela. Los dos han sido investigados por Estados Unidos y otros países por presuntos casos de corrupción. De esta manera, los empresarios buscan garantizar una amnistía, ausencia de persecución o reducción en las penas que podrían llegarles tras el cese de la usurpación chavista».
Para el presidente de la organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), «uno de los puntos que se están negociando, pero que no se dirá a los venezolanos, es la no persecución de ciertos chavistas. Esto es un peligro, ya que la transición cambiaría el gobierno pero no eliminaría la estructura criminal que existe actualmente instaurada en el país». No en vano, adelanta a PD América que «el 30 de abril, durante la Operación Libertad, sabemos que Alejandro Betancourt tomó un avión privado y voló hasta un aeropuerto cercano a Venezuela para estar cerca del posible cambio de gobierno».
¿Quién es Raúl Gorrín y Alejandro Betancourt?
La desconfianza hacia las intensiones de Raúl Gorrin y Alejandro Betancourt son amplías. Los venezolanos recuerdan que ambos empresarios han ganado millones a través de negocios con el régimen de Hugo Chávez, por lo que están convencidos de su interés por la permanencia en el poder del ‘Socialismo del Siglo XXI’. No en vano, Gorrín fue acusado por las autoridades de Estados Unidos por haber pagado presuntamente unos 159 millones de dólares en sobornos a dos ex altos funcionarios venezolanos y haberles ayudado a lavar esos fondos ilícitos.
La acusación contra el magnate venezolano aseguraba que entre 2008 y 2017, Gorrín ofreció y efectivamente pagó sobornos a dos altos funcionarios «con autoridad para tomar decisiones» en la Oficina Nacional del Tesoro para que le permitieran realizar operaciones de cambio de divisas para el gobierno de Venezuela, de las cuales él sacaba un beneficio «indebido».
Por su parte, el presidente de la marca de gafas Hawkers Alejandro Betancourt generó una gran riqueza durante 2009 y 2010 luego de dedicarse a la venta de turbinas a centrales termoeléctricas bajo el mandato de Hugo Chavez. Hay que recordar que el empresario logró sumar hasta 12 contratos para obras eléctricas en Venezuela. Una mancha que, por ejemplo, le llevó a que el pasado 7 de marzo la Escuela de Negocios y Centro Universitario (ESIC) suspendiera un evento en el que iba a participar, en un primer momento alegaron falta de aforo e interés, a lo que agregaron posteriormente que «no es el ejemplo que queremos transmitir a nuestros alumnos», lo que pareció ser un claro reconocimiento del pasado de Alejandro Betancourt vinculado al régimen chavista.