La furia del dictador Nicolás Maduro y del régimen chavista para someter a los venezolanos ha chocado contra un componente militar, que se puede decir que es la oveja negra dentro de la Fuerzas Armadas de Venezuela.
Se trata de la Guardia Nacional, los efectivos de este cuerpo han intentado por activa y por pasiva sacar del poder a la narcodictadura. Su más reciente alzamiento ocurrió la madrugada del pasado martes 21 de abril de 2020, cuando un grupo de capitanes activos y otros retirados intentaron poner en marcha una operación que tenía como objetivo «apoderarse del parque de armas del destacamento 441 de la Guardia Nacional (GN) ubicado en Puerta Morocha, kilómetro 33 de la carretera Panamericana, en el municipio Guaicaipuro del estado Miranda«, según informó Infobae.
De acuerdo a alguno informes de la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM), el segundo paso del grupo rebelde era trasladarse, con esas armas, al Centro de Procesados Militares de Ramo Verde, ubicado en Los Teques, donde pretendían tomar la única verdadera cárcel militar que tiene Venezuela, liberar a estos detenidos por razones políticas, y contar con estos para deponer al dictador Nicolás Maduro.
La operación fracaso por el trabajo de contrainteligencia del régimen, que tenía a uno de los capitanes de su parte y que por lo tanto estaba infiltrado, se trata del comandante de la Compañía de Caucagua, Jhon Contreras Gómez, que fue detenido, pero que poco después fue dejado en libertad por haber delatado la Operación.
Además de este alzamiento la GN no ha cesado en sus intentos en derrocar a Maduro, esto a pesar de que se trata del componente com menor cantidad de efectivos. El pasado 21 de enero de 2019, tuvo lugar la rebelión de Cotiza, que contó con una importante cantidad de tropa de la GNB, que arrojaron la detención de 27 efectivos militares, comandados por el Sargento de tercera Luis Bandres Figueroa.
Posteriormente, se dio la llamada Operación Libertad del 30 de abril de 2019, en la que se pudo ver al presidente interino Juan Guaidó con Leopoldo López acompañados de varios comandantes y oficiales de la GNB que estuvieron al frente, junto con más de un centenar de comandos del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN); el oficial de más alto rango involucrado fue el general Manuel Ricardo Cristopher Figuera, entonces jefe del Sebin, quien luego de liberar a Leopoldo López salió del país hacia Colombia y desde ahí a Estados Unidos.
Otros de los intentos de la GN contra el régimen fue cuando el 4 de agosto 2018 ocurrió un atentado contra el dictador, con el uso de drones. Por ese caso hay oficiales desde el más alto rango hasta tropa detenidos. Uno de los más llamativos por ocurrir durante un acto público y por apuntar concretamente contra el sátrapa Nicolás Maduro.
Adicionalmente esto, ocurrió el asalto al Fuerte Paramacay con la llamada Operación David, que fue liderada por el capitán retirado de la Guardia Nacional, Juan Carlos Caguaripano Scott, a esto debemos añadir la llamada Operación Armagedón, que arrojó la detención de otro grupo de oficiales del mencionado componente porque, según informó la DGCIM, se preparaban para impedir las elecciones presidenciales fraudulentas del 20 de mayo de 2018.
«La Guardia Nacional siempre ha estado en contra del régimen»
El periódico argentino Infobae ha contactado con un comandante de la Guardia Nacional de Venezuela con la finalidad de que este explique el porqué de estos alzamientos y las razones de sus fracasos, y respecto del primer punto no ha tenido duda, «la Guardia Nacional siempre ha estado en contra del régimen”.
Pero a pesar de esto, reconoce que, «Chávez siempre supo manejar la institución a través de Oficiales que estuvieron cercanos a él, por ejemplo Freddy Carrión y Néstor Reverol, éste último a pesar de que estaba en la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) manejaba la Guardia. También está el caso de Motta Domínguez”.
Pero el trabajo desarrollado por Sebastiana Barráez deja claro cómo la Guardia Nacional es la oveja negra de las Fuerzas Armadas venezolanas, y Chávez siendo militar del Ejercito, lo reconocía, «Chávez siempre atacó a la Guardia Nacional, al punto que en algún momento propuso cambiarle el nombre, y por ello en el referéndum constitucional iba a llamarse Guardia Territorial. Chávez pierde ese proceso electoral y no logra el cometido. Imagina cambiarle el nombre a una institución es quitarle la identidad. No pudo hacerlo, pero aun así le agregó la palabra ‘bolivariana’. Es importante resaltar que en esas elecciones se notó, en el centro electoral adyacente a la Comandancia de la Guardia, donde votaban más efectivos, que Chávez perdió de manera significativa, lo que denotaba ya el descontento», explica este comandante de la GN.
Y allí radica un diferencia importante con el resto de componentes, la Guardia «siempre ha tenido sentimientos contrarios al político lo que la diferencia del Ejército que fue captado totalmente por el régimen. El proceso de penetración del comunismo fue más fuerte en el Ejército, donde se formaban los futuros ministros. Fíjate que la Guardia nunca ha tenido un ministro de la defensa y sospecho que no se preocuparon en penetrar». Lo que si revela es que en el camino «iban captando a los líderes, le daban poder y a través de otorgar cargos claves, donde podían hacerse de buenas cantidades de dinero, se volvían complacientes al régimen».
A su juicio, la cercanía de su componente con el pueblo, «muchas veces fue usada negativamente, porque el pueblo ve al guardia como ‘matraquero’ (que quita di y eso era lo que usaba Chávez en contra del componente. Evidentemente esa cercanía no se supo aprovechar”, concluyó.