La dictadura de Nicolás Maduro solo se preocupa por su permanencia en el poder. Así tenga que detener y torturar a sus defensores.
Así lo vivió en carne propia Leonardo David Chirinos Parra, funcionario activo de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) en el Zulia, cuyo único delito es ser hermano S2 Leandro Leomar Chirinos Parra, detenido por la Operación Gedeón y quien se hizo viral a través de un video difundido por la Fuerza Armada.
Ese es un caso revelador de lo que ocurre con la revolución bolivariana, un trapiche que va exprimiendo y aniquilando a quienes disienten o polemizan con los sectores de poder establecido.
Ni siquiera los funcionarios de la tenebrosa DGCIM están a salvo. Tampoco los del SEBIN, mucho menos los de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES).
No importa cuánto hagan por complacer las órdenes del Gobierno, no importa cuánto torturen, cuánto roben en los allanamientos, cuánto humillen a militares y civiles que son detenidos por razones políticas.
Pero tampoco están a salvo los militares por muy alto rango que lleguen a tener.
Son útiles a la revolución en la medida que la alimenten, pero cuando ya no aportan lo que esa revolución quiere, se convierten en peligrosos elementos. De ejemplos así están llenas las cárceles venezolanas.
Otros casos
El mayor grado militar es el de Almirante en Jefe o General en Jefe, el mismo que ostenta el ministro de la Defensa Vladimir Padrino López; Jesús Suárez Chourio, Jefe del Estado Mayor de la Comandancia en Jefe; Remigio Ceballos Ichaso, Comandante Estratégico Operacional (Ceofanb); pero también es al grado militar que ascendió Raúl Isaías Baduel, el hombre clave para que Hugo Chávez regresara al poder cuando el golpe del 11 de Abril 2002 y que hoy tiene casi 10 años preso, a veces incomunicado, largo tiempo sin que se le permita las visitas familiares o de abogados, ha estado en Ramo Verde, La Tumba el SEBIN y la cárcel de alta seguridad en Fuerte Tiuna.
El Mayor General (Ej) Miguel Rodríguez Torres, fue el hombre que manejó la Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP) y la trasformó en el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN).
Pero él no fue un hombre que cayó en la revolución bolivariana, él la ayudó a construir, desde sus inicios, él participó el 4 de Febrero de 1992 en la intentona golpista contra Carlos Andrés Pérez; tuvo una actuación clave en ese hecho.
Finalmente fue Ministro del Interior y Justicia desarrollando uno de los eventos de mayor defensa de la revolución y de la permanencia de Nicolás Maduro en el poder, cuando enfrentó la jornada de guarimbas, como se llamó a las protestas que reventaron a todo lo largo y ancho del país. Desde marzo del 2018 fue preso e imputado de Traición a la Patria e Instigación a la Rebelión. Hoy permanece detenido en la cárcel de alta seguridad de Fuerte Tiuna, con graves problema de salud, con visitas familiares que recibe a través de un vidrio y teléfono, sin que se le permita ningún tipo de contacto físico.
En el caso del Mayor General (Ej) Hugo Carvajal Barrios, El Pollo, fue el hombre de más confianza de Hugo Chávez en lo que a inteligencia militar se refiere. Fue determinante para filtrar a la Fuerza Armada y para consolidar al jefe de la revolución en el poder. No tuvo la misma empatía con Nicolás Maduro y eso lo sentenció, a pesar de lograr salir electo como diputado a la Asamblea Nacional, gracias al respaldo de Diosdado Cabello. Hoy está oculto, siendo solicitado por los Estados Unidos y odiado por sus otroras compañeros de revolución, que no han escatimado adjetivos contra él de narcotraficante, entre otros.