Artículo de opinión

El extraño «triunfo» de Nicolás Maduro sobre el coronavirus

El extraño "triunfo" de Nicolás Maduro sobre el coronavirus
La dictadura de Nicolás Maduro PD

Se puede dominar a todo un pueblo a través de la mentira sin mayores explicaciones, siempre y cuando no haya quien asuma defender y luchar la verdad con pruebas y argumentos. Es el caso de Venezuela.

La historia universal está llena de ejemplos. De cómo el comunismo siembra el caos, el desconcierto en la política, para mantener y ejercer el dominio.

La represión y las mentiras, son sus principales armas de control.

El comunismo soviético fue el defensor y modelo de esa tesis.

Por algo, mucho más que los nazis, bajo sus regímenes han muerto más de 100 millones de personas y lo asumen sin ningún tipo de remordimientos.

Tal como dice el Manifiesto Comunista: “…desprecian el tener que encubrir sus puntos de vista y objetivos. Ellos declaran abiertamente que su fin solo puede ser alcanzado derribando por la fuerza todas las condiciones sociales existentes”.

Lenin también escribió en El Estado y la revolución: “…la teoría de Marx y Engels sobre la inevitabilidad de la revolución violenta se refiere al estado burgués. Este último no puede ser reemplazado por el estado proletario (la dictadura del proletariado) mediante el proceso de ‘debilitamiento’, sino, como regla general, solo mediante una revolución violenta”.

Por eso no podemos imaginar un gobierno de Nicolás sin la FAES, colectivos armados y otras derivaciones, cada vez más perfeccionadas en el uso de la represión.

Podemos estudiarlo a partir del proceso de apropiarse del poder, sea durante la Comuna de París, la Revolución Rusa o el Movimiento de Trabajadores-Campesinos instigado por el PCCh (China), los partidos comunistas utilizan métodos extremadamente violentos y sangrientos. Sin importar si sus enemigos son viejos o débiles, los agentes del comunismo han incendiado, robado y asesinado, exhibiendo una crueldad que estremece el alma. Los crímenes cometidos por los regímenes comunistas violentos son tan numerosos que es casi imposible contarlos.

El comunismo más como secta fanática, instrumentaliza la violencia y mentiras para mantener el poder. Las mentiras son aceites para la violencia y también una manera de someter al pueblo. La mentira se requiere para enfatizar la violencia, y aunque a veces se suspende la violencia, las mentiras continuas son la norma. Los partidos comunistas están dispuestos a prometer cualquier cosa, pero nunca consideran cumplir sus promesas.

A fin de satisfacer sus necesidades, cambian sus historias todo lo que quieren, sin ninguna base moral ni sentido de la vergüenza.

Una verdad puede servir a sus fines de desviación, de invento, de creación de nuevas “verdades”, absolutamente falsas.

Ejemplo, la pandemia del CORONAVIRUS.

Maduro se jacta de haber sido el “primero”, y más eficiente en combatirla, en decretar la cuarentena. Él mismo destruye su mentira.

Si eso fuese cierto, ¿Por qué en Venezuela, donde supuestamente la pandemia ha sido menor, y sus estrategias han triunfado, la CUARENTENA o el CONFINAMIENTO es cada vez más duro?

Ya empezaron a detener y a reprimir a los que encuentren en la calle SIN TAPABOCAS.

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