Demóstenes Mamani Ocampo: “Cuando un revolucionario muere, nunca muere”

Demóstenes Mamani Ocampo: “Cuando un revolucionario muere, nunca muere”

Jamás he escrito un obituario. Ni se me ha pasado por la cabeza. Ni si quiera cuando mi padre murió, un hecho que me dejó destrozado en vida (pero lo tengo pendiente).

Escribir este obituario es como vivir en primera persona la popular sevillana española, que dice así: “Algo se muere en el alma cuando un amigo se va…”.

Creo que es hora de hacerlo. Le prometí a varios amigos que lo escribiría, pero no podía. Y es que mi cabeza estaba en ninguna parte. Y sigo así. Os pido perdón.

Ahora viendo el panorama que nos ha/ y viene dejando el maldito Coronavirus, creo que van a ser unos cuantos obituarios los que escriba con mucho dolor. Todos amigos. Todas buenas personas.

Aquellos días que el mundo se paralizó (al menos en España) y todo lo que se palpaba era muerte, virus, epidemia, pandemia, estado de alarma, etc, me sacudió una noticia:

Demóstenes Mamani Ocampo, uno de los que yo denomino “peruanos históricos” (por el hecho de que fueron los que llevan/llevamos viviendo más tiempo en España) era ingresado en el Hospital Universitario de Madrid víctima del maldito Covid 19.

A los pocos días le envié un wasap dándole ánimos. Yo siempre le vi fuerte. Creí que superaría este mal trance. Nunca me contestó. Quizá ya no estaba en condiciones de hacerlo. Nunca lo sabré.

A los pocos días me enteré que había fallecido.

Me quedé de piedra.

No me podía creer que hubiera muerto. ¡Él era tan fortachón! Tanto así que su voz retumbaba cada vez que hablaba.

Demóstenes era un destacado abogado peruano especializado en extranjería. Y como tal, aparte de solucionarle los papeles a cientos de compatriotas, quizá miles de peruanos y latinoamericanos en España, también destacaba por ser solidario y ayudaba a fondo -digamos-  perdido, a otros cientos que no podían pagar.

Incluso de tanto en tanto yo le hacía alguna consulta de parte de alguien que no podía pagar, y él jamás me pedía nada.

En alguna ocasión lo entrevisté junto al abogado peruano Dr. César Maldonado, colega y amigo de ambos.

En los últimos años solíamos coincidir -rara vez que me llamaban para hablar de Perú- en el plató de HispanTv, como parte de los tertulianos del programa “Foro abierto” que tan magistralmente dirige otro colega, el periodista cubano, Joaquín Mulén.

Recuerdo que siempre le decía antes que empezara el programa, que era en riguroso directo, en plan de broma: “Demóstenes, hoy me voy a meter contigo, te voy a poner a parir en directo”. Bueno, también le hacía la misma broma a Joaquín Múlen: “¿Joaquín, puedo hacer declaraciones incendiarias?”. Y ambos respondían, “Haz lo que quieras, Paul”. Jajajajajaja

Jamás choqué con él, a pesar que teníamos posturas diferentes en política.

Siempre vi a Demóstenes como un personaje convencido de sus ideales.

Demóstenes, entre sus muchas facetas, apoyó al otrora candidato a la presidencia del Perú, y luego presidente del país andino, Ollanta Humala, durante su visita proselitista ante la colonia peruana en Madrid.

Desgraciadamente, una vez en el poder, éste miserable que tanto alardeó de implantar la “gran transformación del Perú”, le pagó mal.

Gracias al vozarrón de Demóstenes, los presentes aquel día en Vallecas, se enteraron que Humala, se encontraba allí.

Demóstenes, descansa en paz querido amigo.

El Dr. Demóstenes Mamani Ocampo, natural de Huánuco, Perú, falleció en el Hospital Universitario de Madrid el 29 de marzo del 2020, víctima del Coronavirus.

 

 

 

 

 

 

 

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

Lo más leído