Artículo de opinión

Opinión: La verdadera pandemia en Venezuela

Opinión: La verdadera pandemia en Venezuela
Nicolás Maduro PD

Necesitamos reflexionar sobre un país, que ha desperdiciado mucho dinero en agricultura desde 1945 y no hay resultados similares a otros que han invertido mucho menos.

Estamos hablando no de los 21 años desastrosos del chavismo, sino de por lo menos 70 años.

Durante mucho, observamos cuando a un posicionamiento positivo de los ingresos petroleros, aumentaba la producción de maíz, arroz, leche y cuando el panorama era negativo, sucedía lo contrario, sencillamente el estatismo, el percibir la renta petrolera como tabla de salvación, en lugar de palanca de desarrollo. La política de subsidios, el falso proteccionismo (en realidad se vulneraba más la actividad), lo que logro fue hacernos improductivos.

Todavía muchos sueñan con llegar a un banco y que le den millones para invertir. Si la idea es buena, pagan y si es mala, que se queden con lo invertido, que por lo general nunca estará a la altura de la inversión.

Ese fue el modelo de país alimentado por una cultura política, quizá hasta una herencia. Así hicieron dinero muchos extranjeros que llegaron a Venezuela.

Ese modelo murió y no debe regresar jamás. Hasta el año 2012, un productor venezolano cosechando 40% por hectárea menos que en Colombia, percibía ganancias netas de más del 45% que ellos. ¿Se premiaba o no los malos desempeños? ¿Justificación existe? Si. Hasta 2012, el 70% de la estructura de costos del maíz en Venezuela eran subsidiados, exenciones e incentivos vía barreras arancelarías.

Otra razón que tengo para no creer en el socialismo, comunismo o “menjurjes” similares.

Liberemos el camino a los innovadores, a los productivos y eficientes, que fluya el mercado. Eso que han satanizado estos 21 años de pesadilla es el camino.

Protejamos al consumidor. A ese si debe cuidar el Estado. Que lo pagado sea efectivamente bueno, de calidad.

Por eso me rio de los que se llevaron las manos a la cabeza con el precio de arrancada de la gasolina. Puedo justificar las críticas sobre el hecho de ser un país petrolero, con cinco (5) refinerías y es triste que nos lleven a negociar con un país de menores condiciones en el mercado.

Estamos hablando de que a todas luces, se vislumbran otros intereses tras bastidores entre el Gobierno de Venezuela e Irán.

Solo 18% de la población tiene vehículos particulares y creo que exagero. Hay un excedente indeterminado que se usa para seguir manteniendo a los “chulos castrocomunistas” y otro alto porcentaje para los negocios de los militares llevándola a Colombia e islas del Caribe.

En menos de 10 años, el valor de la gasolina disminuirá por otro que se generalizará y nosotros ni cerca estamos de enfrentarnos a ese mercado en términos de responsabilidad.

China y otros países sí.

La gasolina no es un producto natural y solo pagándola contribuimos a sacarle provecho, invirtiendo ese diferencial en prepararnos para otros modelos energéticos.

Lo deseable es que haya un sistema de transporte decente para los que no pueden pagarla.

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