La Unión Europea solicitó al régimen venezolano que aplace las elecciones legislativas del 6 de diciembre.
La misión diplomática desplegada en Caracas adelantó que no reconocerá las elecciones ni la Asamblea Nacional que salga de ese proceso al carecer de las condiciones democráticas mínimas.
Así lo transmitió la misión enviada por el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, obligada por las presiones de la comunidad internacional.
Los diplomáticos europeos se vieron con el dirigente chavista Jorge Rodríguez, encargado de las negociaciones con el falso opositor Henrique Capriles.
En este sentido, le exigieron retrasar seis meses las elecciones para dar espacio a un proceso dialogado con la oposición que mejore las condiciones de los comicios.
La diplomacia comunitaria no estableció ningún ultimátum al Ejecutivo de Nicolás Maduro, pero espera tener una respuesta en los próximos diez o doce días, teniendo en cuenta que sería complicado por cuestiones técnicas posponer los comicios una vez que pase mediados de octubre.
No obstante, en Bruselas no albergan muchas esperanzas sobre la respuesta que pueda dar el régimen venezolano.
“Todos luchan por la supervivencia, también el régimen. Creo que el escenario más probable es que la respuesta sea ‘no’. Esa es mi sensación. En caso de que no sea una respuesta negativa, tampoco será una positiva”, admitió el alto funcionario europeo.
En la capital comunitaria reconocen que si no prospera la iniciativa sería un “fracaso para todos”, incluida la iniciativa europea, pero principalmente para el Gobierno y oposición en Venezuela que serían las partes más afectadas.