El Gobierno de Pedro Sánchez suele decir que en España la oposición se dedica a crispar, pero en el Parlamento Europeo se pudo ver que las iniciativas unilaterales y contrarias a la democracia, en este caso con Josep Borrell como actor principal, no dejan otra opción que ir de frente.
La vicepresidenta del Parlamento Europeo, Dita Charanzová, fue contundente contra la más reciente aventura de Josep Borrell que envió a miembros de su equipo a negociar la elecciones fraudulentas de Maduro a espaldas del resto de instituciones de la Unión Europea.
«Señor Alto Representante, cómo es posible que esta cámara, el Parlamento Europeo, se entere a través de la prensa de su misión a Caracas, su misión para negociar con la dictadura», comentó Charanzová en su dura intervención este 7 de octubre de 2020.
El socialista Borrell, que no paraba de tocarse la mascarilla, recibió mucho más.
«¿Es esta la nueva política de la Unión Europea hacia Venezuela? No, no lo es, usted el Alto Representante actuó de manera independiente«, afirmó la miembro del Renew Europe, grupo parlamentario en el que se encuentra Ciudadanos.
«Usted dijo en la prensa que la oposición venezolana le encargó negociar con la dictadura, yo le pregunto ahora ¿Quién concretamente de la oposición se lo encargó? Hasta ahora en todos mis contactos con los representantes del presidente Guaidó y la oposición democrática no he oido esa petición», espetó la representante política de República Checa.
Borrell no solo ha quedado como un mentiroso ante los ojos de la Unión Europea, sino como un fiel ejecutor de los designios del gobierno socialcomunista dirigido por Pedro Sánchez, pero que no responde a los intereses europeos.
Es preciso recordar que el exministro de Relaciones Exteriores ni siquiera informó de su misión a Caracas a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, según publicó el periódico español ABC.
Fue una estrategia planificada con Pedro Sánchez y Nicolás Maduro (y quizás con el apoyo del llanero solitario de la oposición venezolana Henrique Capriles), asunto por el cual podría ser denunciado.
«Quiero dejarlo claro a las fuerza democráticas en Venezuela, el Parlamento Europeo no reconoce a Maduro y reconoce que no puede haber un Gobierno de transición con él, reconocemos a Juan Guaidó como presidente interino legítimo de Venezuela y hasta que no se celebren elecciones presidenciales libres bajo las condiciones necesarias no se puede avanzar con las elecciones legislativas…
Acciones como esta (de Borrell) socavan los esfuerzos de actuar como Unión Europea, de manera conjunta y creíble en la escena mundial», concluyó.
El @Europarl_ES tiene una posición clara hacia Venezuela:
– No reconocemos a Maduro. @jguaido es el Presidente interino legítimo
– Hasta que haya elecciones presidenciales libres bajo las condiciones necesarias, no se puede avanzar con elecciones legislativas@JosepBorrellF https://t.co/PLTjQqpaA0— Dita Charanzová (@charanzova) October 7, 2020
Entre las severas críticas contra Josep Borrell también destacaron las declaraciones de Leopoldo López Gil, diputado del PP y padre del líder opositor refugiado en la embajada española de Caracas.
«Aún conociendo las conclusiones del informe de la misión independiente de la ONU que acusan al régimen de Maduro de crímenes de lesa humanidad, usted decidió organizar esta misión para negociar con violadores de DDHH la postergación de unas elecciones fraudulentas”, sentenció.
El Alto Representante para Asuntos Exteriores recibió ‘golpes’ por todos los flancos, los parlamentarios manifestaron en la Eurocámara la incredulidad que ya habían mostrado a los medios desde que se conoció aquella delegación de Borrell que fracasó en su intentó por blanquear un nuevo fraude electoral de la dictadura venezolana.
No obstante, el alto representante se defendió con el mismo vago argumento que utilizó ante los medios, afirmando que su empresa contaba con el apoyo del Grupo Internacional de Contacto.
«Tras el Consejo de Asuntos Exteriores y el G4 tuve el mayor apoyo para continuar el contacto con el Gobierno de Maduro para ver si era posible una prolongación del plazo electoral como condición imprescindible para cualquier cosa», explicó sin lograr convencer a los presentes.