La crisis humanitaria en Venezuela preocupa hasta al núcleo del Vaticano.
El Papa Francisco manifestó su preocupación por la situación económica y sanitaria que atraviesa Venezuela en una carta en la que lamenta que el pueblo del país sudamericano sea víctima de “la arrogancia de los poderosos”.
En la nota, enviada al cardenal Baltazar Porras Cardozo, arzobispo de Mérida y Administrador Apostólico de Caracas, con motivo de su onomástica, el pontífice reconoció que los venezolanos son víctimas de una grave crisis humanitaria y socioeconómica, agudizada por la pandemia de coronavirus.
“Qué Dios te siga dando fortaleza y parresia para que con corazón de padre sepas acompañar y reconfortar a Su Santo pueblo fiel, puesto a prueba por el sufrimiento causado por el azote de la pandemia, la arrogancia de los poderosos y la creciente pobreza que lo estrangula”, escribió Francisco.
En la misiva, difundida por Vatican News, el Papa felicitó al secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, su mano derecha y experto en Venezuela, quien ejerció como nuncio o embajador de la Santa Sede en el país sudamericano.
Recientemente, el pontífice, en su bendición “Urbi et Orbi” de Navidad, mencionó los distintos conflictos en el mundo y dedicó unas palabras a Venezuela, golpeada por el avance del coronavirus. “Que la llegada del niño Jesús ayude a poner fin al sufrimiento del pueblo venezolano”, afirmó.
La iglesia venezolana se encuentra reunida esta semana en forma virtual para celebrar su asamblea anual, en la cual analiza la situación de la nación y fija su línea de conducta.
Las relaciones de Nicolás Maduro con la jerarquía de la iglesia católica venezolana han sido difíciles, y se ha abierto una grieta desde que la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) calificó al régimen como un “gobierno ilegítimo y fallido”.
Por su parte, la dictadura chavista acusa a la iglesia de ser “un brazo” de la oposición.
