En medio de la continuidad de los proyectos impulsados por el actual gobierno mexicano, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se vislumbra una interesante confrontación de propuestas con miras a las elecciones de junio de 2024. Dos candidatas, respaldadas por los principales partidos políticos, se destacan como contendientes con enfoques políticos divergentes.
Por un lado, Claudia Sheinbaum, quien hasta hace poco ocupó el cargo de jefa de gobierno de Ciudad de México, se presenta como la candidata del bloque oficialista conformado por Morena, el Partido del Trabajo y el Partido Verde.
Considerada la favorita de López Obrador para sucederlo, Sheinbaum ha sido una aliada cercana del presidente desde sus días como jefe de gobierno de la capital. Su perfil técnico, con una licenciatura en Física y maestría y doctorado en Ingeniería, contrasta con la retórica populista del mandatario.
Por otro lado, se encuentra la senadora Xóchitl Gálvez, quien, a pesar de ser relativamente desconocida hasta hace poco, logró el apoyo de los partidos de la coalición Frente Amplio por México, que incluye a los partidos tradicionales PAN, PRI y PRD. Su ascenso meteórico se dio después de años de una oposición fragmentada y débil.
Gálvez destaca por su origen indígena y humilde, su formación como ingeniera y su trabajo en la creación de empresas y una fundación para apoyar a comunidades indígenas desfavorecidas.
Ambas candidatas representan un hito histórico, ya que ninguna mujer ha ocupado la presidencia de México hasta la fecha. Este hecho simbólico sugiere la posibilidad de un enfoque de gobierno diferente, especialmente en lo que respecta a las prioridades nacionales.
Claudia Sheinbaum ha sido criticada por su estrecha alineación con López Obrador, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre su identidad política y su falta de voluntad para cuestionar las acciones del gobierno actual. Su lema de campaña, «Continuidad con sello propio», busca contrarrestar esta percepción y la muestra más accesible en redes sociales.
Por otro lado, Xóchitl Gálvez ha adoptado un enfoque más auténtico y fresco en su campaña, conectando con un electorado más diverso. Su discurso incluye elementos similares a los de López Obrador, como la defensa de los pobres y las políticas sociales, pero con un enfoque más inclusivo. Aunque se espera que mantenga algunas políticas del gobierno actual, su posición podría incluir un retorno a políticas más acordes con el modelo neoliberal.
En resumen, las elecciones de 2024 en México presentan una interesante contienda entre dos candidatas con enfoques políticos opuestos: Claudia Sheinbaum, la favorita del oficialismo, y Xóchitl Gálvez, una sorpresa en la oposición. La elección de la primera presidenta de México promete un cambio significativo en la dirección del país.