La noticia ha recorrido como pólvora ambos lados de la frontera: Ovidio Guzmán López, hijo de El Chapo y uno de los líderes visibles del llamado grupo de Los Chapitos, ha optado por declararse culpable ante la justicia estadounidense y convertirse en testigo colaborador en uno de los mayores golpes al narcotráfico mexicano en años recientes.
Su decisión, que se formalizará en una audiencia prevista para el 9 de julio de 2025 ante un tribunal federal en Chicago, supone un vuelco estratégico tanto para las autoridades como para las estructuras criminales que han dominado el tráfico de drogas durante décadas.
El pacto alcanzado con el Departamento de Justicia estadounidense no solo implica la aceptación de cargos por narcotráfico.
Ovidio Guzmán se compromete a proporcionar información clave sobre la operativa interna del Cártel de Sinaloa y su red de complicidades con funcionarios, políticos y militares mexicanos.
A cambio, evitará una posible cadena perpetua y podría recibir una condena reducida, estimada entre 5 y 7 años de prisión, dependiendo de la valoración final de la jueza Sharon Johnson Coleman.
Las claves del acuerdo: colaboración e impacto
El acuerdo entre Ovidio Guzmán y las autoridades estadounidenses se ha gestado durante meses. Su abogado, Jeffrey Lichtman —el mismo que defendió a El Chapo— llevaba tiempo negociando con los fiscales. La estrategia es clara: la cooperación de un miembro tan relevante del cártel puede desencadenar una ola de acusaciones formales contra capos rivales, pero también contra funcionarios coludidos que hasta ahora habían permanecido en la sombra.
Puntos principales del pacto:
- Declaración formal de culpabilidad por delitos relacionados con el tráfico internacional de drogas.
- Entrega de información detallada sobre rutas, operaciones financieras y nombres clave dentro del Cártel de Sinaloa.
- Revelación de vínculos entre el cártel y sectores institucionales mexicanos.
- Posible inclusión en el programa de testigos protegidos para garantizar su seguridad.
El contexto en el que se produce esta colaboración es especialmente tenso. Tras su segunda detención en enero de 2023 —en una operación que costó decenas de vidas y generó un caos sin precedentes en Culiacán— Ovidio fue extraditado a Estados Unidos casi sin margen para maniobras legales desde México. Su hermano Joaquín Guzmán López también estaría negociando un acuerdo similar tras su sorpresiva entrega junto al veterano capo Ismael “El Mayo” Zambada.
¿Quién es Ovidio Guzmán? Perfil del personaje
Nacido en Sinaloa hace 34 años, Ovidio Guzmán López es uno de los herederos naturales del imperio criminal forjado por su padre, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera. Su apodo —El Ratón— se popularizó tras su espectacular primera captura y posterior liberación por fuerzas federales mexicanas en 2019, episodio conocido como el Culiacanazo. Desde entonces, su figura creció entre corridos y leyendas urbanas hasta convertirse en uno de los principales objetivos tanto para México como para Estados Unidos.
Datos relevantes sobre Ovidio Guzmán:
- Hijo menor reconocido públicamente por El Chapo con Griselda López Pérez.
- Considerado uno de los cerebros financieros del cártel, encargado del diseño logístico para el tráfico internacional de fentanilo.
- Su ascenso fue meteórico tras la caída definitiva de su padre en 2016.
- Ha sido objeto frecuente de narcocorridos y referencias culturales.
- Su defensa legal ha estado siempre vinculada a abogados experimentados en casos complejos relacionados con crimen organizado.
El efecto dominó: consecuencias para el narco mexicano
El paso dado por Ovidio Guzmán no tiene precedentes recientes en la historia del narcotráfico mexicano. La información que pueda proporcionar podría afectar no solo a integrantes actuales del Cártel de Sinaloa sino también a otras organizaciones rivales e incluso a exsocios. Los fiscales estadounidenses prevén utilizar estos testimonios para abrir procesos tanto dentro como fuera del país contra personajes hasta ahora intocables.
Además, este movimiento puede provocar fracturas internas dentro del cártel. La pugna entre los Chapitos (Iván Archivaldo y Jesús Alfredo) y las facciones leales a El Mayo Zambada ya había generado violencia extrema en Sinaloa durante los últimos meses. Ahora, con la colaboración abierta de Ovidio —y posiblemente Joaquín— las alianzas pueden cambiar radicalmente.
Anécdotas y curiosidades
- Durante su primera captura en 2019, el gobierno mexicano optó por liberarlo ante la violencia desatada en Culiacán, lo que generó un intenso debate sobre el poder real del narco frente al Estado.
- Su apodo “El Ratón” inspiró canciones populares e incluso memes tras aquel episodio.
- Se le atribuye una vida discreta pese a su fama: pocas apariciones públicas confirmadas, casi ningún registro fotográfico reciente.
- En redes sociales circulan teorías conspirativas sobre supuestos acuerdos secretos previos a su rendición.
- Su abogado, Jeffrey Lichtman, es famoso por haber logrado sentencias reducidas o absolutorias para otros capos internacionales.
Un futuro incierto
Queda por ver hasta dónde llegará la colaboración de Ovidio Guzmán y qué repercusiones tendrá tanto en México como en Estados Unidos. Lo cierto es que este movimiento puede marcar un antes y un después en la lucha contra las organizaciones criminales transnacionales. Para muchos analistas, la declaración pública prevista para julio será solo el inicio visible de una investigación mucho más profunda cuyas consecuencias tardarán años en conocerse.
