Están todos en la lista; con una diana en la frente.
Y lo saben.
Por eso se juntan tanto y andan tan histéricos.
La situación se repite tanto en Caracas como en Washington: discursos fervorosos, maniobras militares en el Caribe y mensajes calculados dirigidos a una audiencia global que, aunque está cansada de la crisis venezolana, permanece atenta a cualquier indicio de intervención.
En medio de este panorama, un reducido grupo de líderes chavistas es consciente de que no solo está en juego su poder, sino también su futuro judicial y, tal vez, su libertad.
Al mismo tiempo, en el Pentágono se preparan operaciones de ataque contra narcolanchas en el Caribe y el Pacífico, respaldadas por un marco legal diseñado para proteger a Donald Trump y a quienes siguen sus órdenes. Este despliegue militar se aproxima cada vez más a las costas venezolanas.
El círculo que mantiene a Maduro en pie
Desde hace años, alrededor de Nicolás Maduro se ha formado un núcleo muy reducido de poder, donde se concentran decisiones políticas, militares, económicas y de seguridad. Diversos análisis coinciden al identificar a las figuras clave:
- Cilia Flores
- Diosdado Cabello
- Vladimir Padrino López
- Jorge Rodríguez
- Delcy Rodríguez
No son solo altos funcionarios; son herederos directos del legado de Hugo Chávez y han ocupado desde hace más de una década posiciones decisivas tanto en el Estado como en el PSUV, disfrutando de un margen real para tomar decisiones propias. A excepción de Padrino por su condición militar, todos forman parte del liderazgo del partido oficialista justo por debajo de Maduro y del símbolo que representa Chávez.
Además:
- Todos ellos están bajo sanciones personales impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, que congelan sus activos y limitan sus movimientos internacionales.
- Washington los señala como parte de una red vinculada con la corrupción, el narcotráfico y violaciones a los derechos humanos. Esto significa que una eventual caída del régimen podría exponerlos a procesos judiciales en varios países.
Este pequeño grupo comprende que si Maduro es derrocado por una acción militar o por un colapso interno, será complicado negociar una salida limpia. Esa percepción influye en cada decisión que toman y refuerza su incentivo para resistir hasta el final.
Quién es quién en el núcleo chavista
Cilia Flores: poder en la sombra del palacio
Cilia Flores, esposa de Maduro, cuenta con una trayectoria propia dentro del chavismo y desempeña un papel central en el entorno presidencial. Ha sido presidenta de la Asamblea Nacional y ha ocupado la Procuraduría General, entre otros cargos.
Su influencia se manifiesta en tres áreas:
- Control sobre el entorno familiar y cercano al presidente.
- Gestión de redes políticas internas que incluyen conexiones con el viejo chavismo.
- Actúa como enlace con sectores del sistema judicial y de seguridad.
Aunque ha optado por reducir su perfil público en los últimos años, analistas coinciden en que no ha perdido poder; simplemente ha preferido mantenerse al margen mediático mientras sigue tomando decisiones tras bambalinas.
Desde Washington, su figura está ligada a casos de corrupción e involucra escándalos relacionados con familiares implicados en tramas de narcotráfico. Esto la coloca entre los primeros nombres en cualquier lista de sancionados o posibles imputados fuera del país.
Diosdado Cabello: el comisario político del sistema
Diosdado Cabello es otro pilar civil fundamental del régimen. Como número dos del PSUV, dirige un potente aparato político y mediático, siendo esencial para mantener alineados tanto los cuadros civiles como los militares.
Sobre él pesan acusaciones graves:
- Sanciones del Departamento del Tesoro estadounidense por presunta participación en tráfico de drogas, lavado de dinero y malversación.
- Una recompensa de 10 millones de dólares ofrecida por Washington a quien proporcione información que conduzca a su arresto relacionado con el Cartel de los Soles.
Cabello tiene bajo control:
- Una parte importante de la estructura territorial del PSUV.
- Acceso a recursos económicos estatales.
- Un sistema leal dentro del aparato militar construido desde los tiempos de Chávez.
A pesar de los rumores sobre rivalidades con Maduro, analistas destacan que actúa alineado con él y entiende cuándo debe subordinase. En caso de intervención militar o colapso interno, Cabello sería uno de los primeros objetivos políticos y judiciales para Washington.
Vladimir Padrino López: la bisagra militar
Sin Vladimir Padrino López, es difícil imaginar cómo habría sobrevivido el régimen durante sus momentos más críticos. Como ministro de Defensa desde hace diez años, es la cara visible de una Fuerza Armada profundamente entrelazada con el poder político y económico.
Bajo su mando:
- Se han reducido las fracturas internas entre distintos grupos militares mediante acuerdos que incluyen cuotas de poder y acceso a recursos.
- Se ha ampliado el control castrense sobre la economía mediante empresas como Camimpeg, que obtuvo facultades legales para explotar petróleo; así como también sobre el Arco Minero del Orinoco, considerado uno de los mayores reservorios auríferos del mundo.
Un politólogo citado por medios regionales lo resume contundentemente: “La Fuerza Armada hoy es Padrino López, y Padrino López es Maduro”. Esta simbiosis explica por qué las altas esferas militares han cerrado filas frente a sanciones o amenazas externas.
Si se produjera una operación militar estadounidense, Padrino tendría que decidir entre:
- Resistir arriesgando una derrota que lo dejaría expuesto ante tribunales internacionales.
- Negociar una salida salvaguardando parte institucional pero rompiendo con Maduro y su núcleo civil.
Por ahora, todos sus gestos públicos apuntan hacia la primera opción.
Jorge y Delcy Rodríguez: cerebro político y diplomático
Los hermanos Jorge Rodríguez y Delcy Rodríguez representan la faceta más sofisticada del chavismo tanto en política como en diplomacia.
Jorge Rodríguez:
- Se hizo notar nacionalmente como rector del Consejo Nacional Electoral durante el referendo revocatorio contra Chávez en 2003.
- Hoy preside la Asamblea Nacional chavista; ha sido jefe de campaña para Maduro e incluso principal negociador tanto con la oposición como con gobiernos extranjeros incluyendo Estados Unidos.
- Es visto como el estratega electoral dentro del chavismo y potencial sucesor presidencial.
Delcy Rodríguez:
- Como vicepresidenta ejecutiva y ministra de Petróleo, juega un rol crucial tanto internamente como en relaciones con aliados externos como Rusia, China o Turquía.
- Ha sido la cara visible del chavismo ante foros internacionales defendiendo al régimen frente a sanciones e imputaciones sobre violaciones a derechos humanos.
Ambos comparten raíces políticas vinculadas al radicalismo izquierdista desde los años 70 y 80; aportan así al núcleo duro un equilibrio entre discurso ideológico sólido y capacidad táctica para maniobrar dentro del sistema .
El blindaje jurídico de Trump y el mensaje a Caracas
Mientras este círculo se aferra al poder desde Caracas, Washington establece un entramado legal destinado a proteger tanto a Donald Trump como a su cadena jerárquica frente a cualquier responsabilidad penal derivada de operaciones militares llevadas a cabo en el Caribe o Pacífico.
Un memorando emitido por la Oficina Legal del Departamento de Justicia sostiene que:
- Estados Unidos se encuentra actualmente en conflicto armado con cárteles definidos como “narcoterroristas”.
- Las embarcaciones sospechosas de transportar narcóticos son considerados objetivos militares legítimos debido a que sus cargas financiarían dicho conflicto armado.
- Todos aquellos miembros involucrados que actúen siguiendo órdenes compatibles con las leyes bélicas gozan inmunidad durante las operaciones militares .
Este marco legal ha justificado:
- Al menos 19 ataques contra embarcaciones en esas aguas desde septiembre pasado; oficialmente hay más 70 muertos reconocidos hasta ahora—y otras operaciones posteriores elevan esta cifra más allá80 fallecidos .
- La presencia masiva naval estadounidense incluye al portaaviones USS Gerald R. Ford, considerado el mayor buque insignia desplegado actualmente .
La lógica detrás es evidente: si Trump puede ser inmune ante estos ataques también lo serán aquellos mandos intermedios ejecutando órdenes . El mensaje hacia Caracas resulta doblemente claro:
- Washington está dispuesto a emplear fuerza letal sin necesidad declarar formalmente guerra alguna.
- La responsabilidad política recae exclusivamente sobre la cúpula chavista presentada ahora como narcoterrorista, equiparándola así con un cartel criminal.
Movimientos militares en el Caribe y el cálculo de riesgos
En meses recientes Estados Unidos ha intensificado:
- El despliegue naval ampliándose hacia las aguas caribeñas donde portaaviones junto fragatas destruyendo barcos suman unos 15 mil soldados desplegados regionalmente .
- Ejercicios conjuntos con naciones caribeñas tales como Trinidad Tobago además acondicionamientos realizados bases ubicadas Puerto Rico .
- Operaciones aéreas vigilancia patrullas marítimas utilizando sistemas robóticos autónomos destinados detección tráfico ilícito .
Desde Casa Blanca hasta Departamento Defensa insisten objetivo principal radica combate narcotráfico; pero paralelamente:
- Trump asegura rotundamente que “Maduro tiene días contados” mencionando abiertamente posibilidad “ataques terrestres” tras campaña marítima .
- Senadores afines comparan situación actual operación contra Manuel Noriega Panamá sugiriendo posible escenario cambio régimen mediante uso fuerza militarizada .
Medios estadounidenses han filtrado información respecto identificación posibles blancos Venezuela tales como:
- Puertos aeropuertos militares.
- Instalaciones navales pistas aterrizaje supuestamente ligadas tráfico drogas.
- Infraestructura donde intereses Estado chavista intersectan redes criminales .
Para círculo cercano Maduro este escenario traduce tres amenazas directas:
- Riesgo físico: potenciales ataques selectivos contra instalaciones donde operan o transitan.
- Riesgo judicial: acumulación evidencias narrativas futuras juicios narcoterrorismo crímenes guerra.
- Riesgo político: erosión apoyos internacionales incluso entre aliados prefieran salida negociada manteniéndolos fuera juego.
¿Quién se iría “por el desagüe” si hay intervención?
Si Trump decide llevar adelante ofensiva militar abierta contra Venezuela chavista, costo político personal sería desigualmente distribuido dentro régimen.
Los más vulnerables serían:
- Cilia Flores, debido rol entorno presidencial casos salpicando familia .
- Diosdado Cabello, considerando recompensa acusaciones liderazgo Cartel Soles .
- Vladimir Padrino López, responsable estructura militar sosteniendo régimen beneficiario control sectores económicos clave .
- Jorge Delcy Rodríguez, arquitectos políticos diplomáticos sistema conocedores pactos internos conexiones externas .
También quedarían expuestos ante posibles represalias:
- Mandos militares gestionaron negocios Arco Minero industria petrolera.
- Altos cargos PSUV encargados finanzas importaciones empresas públicas señalados informes corrupción narcotráfico .
Frente tal panorama Caracas evalúa discretamente opciones salida negociada países podrían ofrecer garantías asilo protección tanto Maduro parte círculo cercano. No obstante cualquier acuerdo chocaría dinámica actual Washington prefiere mantener presión máxima retórica “narcoterrorismo”.
Al final cálculo resulta brutalmente sencillo quienes rodean Maduro: si proyecto chavista sucumbe combinación crisis interna presión externa no todos tendrán dónde aferrarse. En esa lucha por evitar irse “por desagüe”, lealtad líder se funde instinto supervivencia élite consciente ya no tiene margen error alguno.
