Aleix Vidal-Quadras ha mandado una carta al director de El Mundo para protestar porque el editorialista del diario ha puesto en su boca palabras que nunca pronunció.
El ex presidente del PP catalán aprovecha para lanzarle alguna ironía a Pedrojota Ramírez, del que alaba la «pericia» con que «pilota» el diario, y del que se despide con un «de nada«.
Este sábado, El Mundo publicó un editorial titulado «La difícil posición de Piqué» que comenzaba así:
El presidente del PP catalán, Josep Piqué, confirmó ayer a Maragall que su partido votará «no» al nuevo Estatuto catalán si el contenido se atiene a las pretensiones de CiU y ERC.
Piqué es el único de los líderes políticos catalanes que ha expresado su total rechazo a los términos por los que transcurre la negociación estatutaria.
El contundente pronunciamiento de Piqué, coherente con la estrategia del PP nacional, se produce después de que esta semana se haya reabierto el debate acerca del papel que tienen que jugar los populares en Cataluña.
Vidal-Quadras, ex líder de la formación, ha dicho que Piqué no tenía que haber participado en la ponencia del Estatuto.
El editorialista no dice ni dónde, ni cuándo, ni cómo hizo Vidal-Quadras esas declaraciones que le atribuye. Así que el afectado ha enviado la siguiente carta a Pedrojota:
Sr. Director:
En un editorial de la edición del sábado 10 de septiembre de 2005, del diario que con tanta pericia pilotas se afirma que yo he dicho que el Partido Popular de Cataluña no debía haber participado en los trabajos de la ponencia que ha elaborado el proyecto de reforma nacionalista del Estatuto de Cataluña.
Quiero aclarar que ésa no es mi opinión sobre el asunto y explicarla para evitar confusiones. Considero que la decisión de formar parte de la ponencia y contribuir a sus deliberaciones fue correcta.Lo contrario se situaría en el absurdo de «no sé que va a proponer usted, pero me opongo». Lo que sí he señalado, y me reitero en ello, es que ante el curso que tomaba el borrador, no ya anticonstitucional por todos lados, sino subversivo y liquidador de España como Nación, la actitud, el gesto, el tono y la intensidad de la denuncia de las barbaridades que la ponencia iba acordando, han sido, por parte de la actual dirección del PP de Cataluña, de una suavidad rayana en la sumisión.
Las grandes partituras escritas para orquesta de cien profesores con cuerda, viento y metal no se interpretan con una flautita y con sordina. La confusión del centrismo con el colaboracionismo y de la centralidad con la pusilanimidad conducen a la irrelevancia.
El viernes se notó un cambio a un mayor vigor, que ojalá se incremente y se mantenga.
De nada.
Recibe un saludo muy cordial.
Aleix Vidal-Quadras
