Indignidad profesional

El director de Informativos de la COPE, Ignacio Villa, emitió la canción «Había una vez un circo» mientras sonaban las crónicas de sus periodistas desde Nueva York con motivo de la cumbre de la ONU los días 14 y 15 de septiembre y de las actividades del presidente Rodríguez Zapatero respaldando su propuesta de Alianza de Civilizaciones.

Es triste que tenga cierto éxito la fórmula de los radiopredicadores. Les da igual la realidad, la profesionalidad, la ética, sólo les sirve su verdad y para ello están dispuestos a hacer cualquier cosa para conseguirlo.

Y lo más triste es que les parece muy ingenioso. El caso es que Federico Jiménez Losantos se levantó un día con la maravillosa idea de ponerle música a la propuesta de Alianza de Civilizaciones del presidente Rodríguez Zapatero. Cuando los oyentes escuchan lo que quiere oir para reafirmarse en su propia salsa ocurre que entran en el juego y según dijo el todopoderoso en la cadena de los obispos, la elección había recaído en «Había una vez un circo».

Ni siquiera el insulso y aburrido Manel Fuentes en Punto Radio hubiera tenido tanto ingenio. Lo que ya es indescriptible y vulnera cualquier principio profesional y de mínimo respeto al trabajo de los compañeros es la ocurrencia de Ignacio Villa, director de los Servicios Informativos de la COPE, designado por Jiménez Losantos tras meses de intenso peloteo.

Con motivo de la Cumbre del Milenio de la ONU celebrada en Nueva York los días 14, 15 y 16 de septiembre, a la que asistieron el rey D. Juan Carlos y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el animador esperpéntico de «59 segundos» se dedicó a poner de fondo la canción «Había una vez un circo» mientras se emitían las crónicas informativas del corresponsal en Estados Unidos, Juan Fierro, y del enviado especial, Ángel Rubio.

Además de la indignación que esta conducta provoca, es muy triste que este tipo de actuaciones puedan llevarse a cabo en medios de comunicación con un mínimo de seriedad como se le presumía a la COPE antes de que los obispos perdieran el rumbo con tal de mantener la empresa, pero sólo eso porque la credibilidad y la influencia se reduce a un sector de la población reducido y menguante.

Seguro que buscarán otra emisora si tienen un mínimo de cerebro tras escuchar la última indignidad profesional de Jiménez Losantos y los suyos.

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Autor

Javier Fernández Arribas

Javier Fernández Arribas, periodista de larga y profunda trayectoria, que ha dejado y sigue dejando profunda huella en las ondas de radio.

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