El insano corporativismo existente en la profesión periodística puede llegar hasta el esperpento.
El sirio Taysir Alony, casado con una española de armas tomar convertida al islam, ha sido condenado a 7 años de cárcel.
Pero no por haber entrevistado a Bin Laden. Si no por terrorista.
Este falso periodista se dedicaba dentro de la organización Al Qaeda, según acredita la sentencia, a transportar fondos para los campos de entrenamiento terrorista aprovechando su fachada de reportero de la cadena de televisión qatarí Al Jazeera.
Algunos periodistas prefieren jugar al corporativismo y convertir a Alony en una víctima de los servicios de inteligencia por no darles información sobre el paradero de Bin laden.