Interesante análisis el que hace Victor de la Serna hoy en las páginas de Comunicación de El Mundo sobre Carles Francino, sustituto de Iñaki Gabilondo al frente de Hoy por Hoy en la Cadena Ser, y su extrapolación a la línea editorial del Grupo Prisa.
Francino, más que adaptarse a la radio, se ha traído puesto su personaje de TV-3: plano, circunspecto, desgranando datos en un tono que suena más a BBC trasladada a nuestras ondas que a radio española tal y como la conocemos. De paso, la tertulia política se ha convertido en el increíble espacio menguante.
Y se pregunta:
¿Es todo ello idea de Francino solito? Nos cuesta trabajo creerlo. Por una parte, en otros programas de la Ser se percibe también un nuevo diktat. Por otra, éste ha llegado incluso a la redacción de El País: «Este otoño, menos política nacional, menos polémica partidista, más temas sociales, científicos y de tendencias, que es lo que le interesa a la gente».
Luego añade:
Uno no puede dejar de recordar la muy antigua animadversión de Juan Luis Cebrián, -patrón periodístico del grupo por delegación de Jesús de Polanco- hacia el columnismo, las tertulias, la opinión y, en general, el protagonismo personal en sus medios informativos. Durante sus primeros años El País no publicaba más columnas políticas que las largas tribunas frente a sus editoriales.
Para finalizar con:
La frialdad de Francino y las nuevas consignas nos devuelven a aquel ideal de aparentar distancia informativa y poca politización. Muy conveniente cuando gobiernan los nuestros. Ya veremos qué piensa la audiencia.
Eso, ya veremos qué piensa los oyentes de la Ser y ya veremos cómo serán los informativos de Quatro dirigidos y presentados por Iñaki Gabilondo.
