La frase es de Luis Oz, seudónimo tras el que se esconde el veterano y siempre sosegado Felipe Sahagún:
«El problema con Carles, como decía un oyente de la SER, no es que haya sucedido a un fuera de serie como Iñaki Gabilondo, sino que ha sucedido a Miguel Angel Oliver, su sustituto, otro miura de las ondas. Oliver, ha sido, en los años que escribía cada semana dos páginas sobre la radio, el mejor crítico del loro de este país. A ver si Gavela y Anido se dan por enterados».
El párrafo aparecía este domingo, en una columna titulada «Premia a tu enemigo«, insertada en la sección de comunicación de El Mundo. No choca que se diga algo así en el periódico de Pedrojota, cuya inquina contra la SER sólo es equivalente a la que la cadena radiofónica de Polanco y algunos de sus habituales, como Carlos Llamas, Carlos Carnicero o Santiago Belloch profesan al director de El Mundo.
Lo raro es que lo firme Luis Oz, siendo Felipe Sahagún un paradigma de la moderación y un maestro en el arte de tentarse la ropa. Comienza Luis Oz subrayando la obviedad de que España es el paraíso de los premios:
No existe otro país en el mundo donde se den tantos. No hay periódico, emisora, asociación o persona con aspiraciones a algo que no conceda premios. Se compadece mal esta costumbre con la envidia y el cinismo que supura la vida nacional por todos sus poros, pero, milagrosamente, ambos fenómenos han sobrevivido a gobiernos, regímenes y guerras.
Todo ello para subrayar que dos de los más veteranos y prestigiosos son los Premios Ondas y los Protagonistas:
En su 52ª edición ya, Prisa, que controla los Ondas desde que adquirió la Ser, aprovechó el jueves la ceremonia de entrega de los caballos alados de este año desde el Teatro del Liceu de Barcelona para vender su nueva imagen de reconciliación nacional- nacionalista y para dar publicidad a las dos nuevas voces de su programación: Carles Francino y Angels Barceló.
Los premiados de este año -en radio Julio César Iglesias, José Ramón de la Morena, El Suplement de Catalunya Radio y Scanner FM.com por España y Radio France, la BBC, Radio Nederlands y la RAI por el resto del mundo- los agradecieron con igual o más satisfacción que si del Nobel se tratara. Me parece bien. De bien nacidos es…
La fiesta fue un homenaje no sólo a los periodistas sino también a los publicitarios que, supuestamente, han hecho las mejores cuñas del año. No comparto el gusto de alguna de las cuñas elegidas, pero sí el acierto de incluir la publicidad en los premios.
Estoy seguro de que todos los premiados se merecen el reconocimiento recibido, pero, como miembro que soy anualmente de jurados de tres o cuatro premios periodísticos más o menos importantes y después de haberme pasado centenares de horas como jurado de los Premios Italia, los más importantes de radio y televisión de Europa, sólo creeré de verdad en los premios cuando se concedan, por igual, a amigos y a enemigos. En otras palabras, cuando el criterio profesional prevalezca sobre el ideológico. Mi lema es, por tanto, premia a tu enemigo.
Los Protagonistas, en su 9ª edición, no se equivocan porque sólo eligen a figuras consagradas. ¿Quién va a discutir el mérito de Joaquín Sabina en música, de Adolfo Suárez en política, de Gabilondo en comunicación, de José Sacristán en teatro o de Joane Somarriba en deporte?