Elena de Regoyos (Periodista Digital).- Como el resto de medios, su editorial de este miércoles habla de Marlaska, sin embargo es el único en lamentar que el acto de Batasuna se haya prohibido. Creía que por ahí podría llegar la paz. El enfoque de este diario catalán choca frontalmente con lo expresado por el resto de medios de comunicación, que celebran la prohibición del acto de Batasuna el próximo sábado.
Si bien es cierto que todos los nacionales sn tajantes en su postura a favor de la decisión judicial, en Cataluña la cosa cambia. Aunque no tan directo como El Periódico, La Vanguardia también deja entrever sus dudas con un muy medido editorial que titula «Deseos y realidad» y en el que dice que
«Es obvio que el horizonte de la paz es muy deseado, pero la secreta manera con que el Gobierno ha puesto el rumbo a este horizonte empieza a convertirse en problema.»
Es más clara aún en la siguiente frase:
«También el presidente Aznar, en el año 1998, pronunció palabras y realizó gestos muy concesivos hacia el entorno etarra; perseguía la paz, como ahora Zapatero. No es correcto denigrar los esfuerzos de un presidente que busca la paz».
Sin embargo, así de tajante es El Periódico:
«Ahora, que se esperaba que Batasuna hiciese un tímido desmarque de los procedimientos violentos o de ETA, era una buena oportunidad para llevar a cabo uno de esos esfuerzos. En contra sólo estaba la crispación partidista desplegada por el PP sobre éste y otros temas.»
Los nacionales
El País, titulando «Desafío inaceptable«, comentaba que
«Esa convocatoria, presentada como una reafirmación de un partido que fue disuelto por su complementariedad política respecto de ETA, constituía un desafío imposible de aceptar.»
ABC, por su parte, ya lo dice todo en el titular: «Batasuna sigue siendo ETA», pero se explica mejor en el interior:
«Es lamentable que algo tan obvio como prohibir a una organización terrorista que celebre un acto público sea objeto de una controversia entre instituciones del Estado, Gobierno y oposición.»
La Razón, de igual forma, titula este miércoles «El triunfo del Estado de Derecho»:
«Ayer, el poder judicial, dio pruebas sobradas de su eficacia parándole los pies a un partido ilegal.»
El Mundo, por su parte, considera la decisión de Marlaska un «Varapalo de la justicia a las tesis del Gobierno», y dice que
«Hay que celebrar que un juez decida por fin tomar cartas en el escándalo que supone que una formación declarada ilegal por identificarse con una banda terrorista siga desarrollando sus actividades como si tal cosa.»
