Ese es el título de un informe sobre la televisión en Canadá que prevé
que en menos de cinco años «la industria se verá drásticamente alterada por el auge de nuevas formas de ver televisión como las descargas de programas concretos o el streaming en la pantalla del ordenador».
El informe, centrado en el mercado canadiense, señala que la legislación que permite a las cadenas de televisión generar una parte importante de sus ingresos en dólares mediante la inclusión de anuncios locales en la señal que se recibe en Estados Unidos quedará en nada si la audiencia comienza a descargarse a la carta programas desde Internet.
El estudio añade que el crecimiento de teléfonos móviles capaces de reproducir televisión y el nacimiento de webs de descargas de programas haría difícil, si no imposible, que los anuncios pudieran dirigirse específicamente a espectadores canadienses, lo que haría que los anunciantes perdieran interés.
A día de hoy, las audiencias se pueden dividir en dos grupos: espectadores que ven la programación tradicional y usuarios de gadgets, TV móvil y programos on-demand.
«Con el tiempo, uno de esos grupos desaparecerá y el otro se convertirá en dominante», afirma Alan Sawyer, consultor de IBM en Toronto en declaraciones a Globe and Mail.
