Felipe Valdés (Periodista Digital).- “Carece de relevancia”. Ésta ha sido la tónica dominante de los responsables de internacional en las redacciones de los principales diarios españoles a la hora de discutir si se publicaban las viñetas sobre Mahoma aparecidas el pasado lunes en el diario danés, Jyllands-Posten.
Tras la publicación de los dibujos, se desencadenó un efecto dominó que ha desencadenado varias detenciones de periodistas, el despido del director del France Soir y varios atentados a embajadas occidentales en suelo musulmán.
Algunos periódicos europeos decidieron hacer frente a la falta de libertad de expresión y solidarizarse con sus colegas escandinavos. Diarios como France Soir o Die Welt criticaron duramente la reacción de los países musulmanes que exigían disculpas; este diario galo tuvo incluso el “atrevimiento” de publicar las viñetas en una edición en la que el título de portada rezaba “Sí, tenemos el derecho de caricaturizar a Dios”.
Sin embargo, ningún diario español publicó las viñetas de la polémica, tan sólo El País y El Periódico de Catalunya, hicieron mención sobre el hecho un día después de lo sucedido. Especial relevancia merece el caso del diario del Grupo Prisa que, aunque prefirió no publicar dichas imágenes, sí incluyó en la portada del pasado viernes las viñeta de Plantu, dibujante de Le Monde, en la que las palabras “No debo dibujar a Mahoma” formaban el rostro del profeta musulmán.
Sobre la decisión de no publicar las imágenes en cuestión en El País, el defensor del lector, Sebastián Serrano, dedicó su columna al tema en la que explicaba los motivos de Jesús Ceberio, director del diario: “pueden entenderse como una criminalización de todos los seguidores de Mahoma y más de mil millones de personas pueden sentirse ofendidas”.
El resto de diarios españoles, no obstante, mostraba una actitud, bastante más velada. Aunque crítica respecto a la postura musulmana, en ningún momento mostraba su decisión de no publicar las imágenes. Según los responsables de ABC, “no se pensó en ningún momento [publicar las viñetas] ya que consideramos que no aportaba nada”.
La Vanguardia, aunque se remite a los mismos fundamentos que ABC, dedicó un ambiguo editorial en el que defendía la libertad de expresión pero también lo que llamaban las “reglas de laicidad”:
Se trata de un principio que, por desgracia, es aún la excepción en la mayoría de los países musulmanes, con regímenes autocráticos donde el poder civil y religioso aún se confunden (…) La libertad de expresión, en democracia, debe tener presente las reglas de la laicidad, empezando por la libertad religiosa y de culto, y debería ejercerse en un espíritu de tolerancia y respeto hacia las creencias del otro.
Tanto los responsables de internacional de ABC y La Vanguardia, como el director de El País, han atribuido al “respeto” a la hora de no publicar las viñetas. Pero vistas las consecuencias que han provocado unos simples garabatos parece que el miedo a provocar las primeras manifestaciones de la comunidad musulmana en España está más presente que nunca.
Enlaces relacionados:
