Un periodista danés, solo ante el peligro, se enfrenta a los islamistas

Felipe Valdés (Periodista Digital).- Lo hizo por una profunda convicción en la libertad de expresión y, una docena de muertos, varias embajadas destrozadas y decenas de manifestaciones en varios países después, se reafirma en los valores en los que cree, aunque tenga que ser acompañado de guardaespaldas. Flemming Rose, lejos de amedrentarse ante la oleada de violencia desatada por los radicales islamistas, acude a debates de televisión, concede entrevistas y da conferencias sin mostrar el más mínimo arrepentimiento por defender la libertad de expresión.

Y no todos los compañeros de profesión, ni mucho menos, se han mantenido inflexibles en la salvaguarda de uno de los pilares fundamentales de cualquer sociedad avanzada. Sin ir más lejos, el director de su periódico, el Jyllands-Posten, llegó a mostrar arrepentimiento por la publicación de las caricaturas:

«Si hubiese sabido lo que iba a pasar, no habría sacado las ilustraciones».

Rose, al conocer estas declaraciones, contestó:

«No estoy de acuerdo».

No le tiene miedo ni a sus directores ni a los islamistas que han azuzado las revueltas populares. Flemming Rose debatió cara a cara con el imán de Copenhague, Abu Laban, en el plató de la BBC. Mientras que éste, un agitador de las masas islamistas en Dinamarca, sostenía que para los musulmanes Mahoma es sagrado, el redactor jefe del Jyllands-Posten sostenía en mismo argumento… con la libertad de expresión.

Curtido en sendas corresponsalías en Moscú y Washintong -nunca ha ocultado su simpatía por EEUU-, Rose no es un provocador caprichoso ni un inconsciente: es un hombre convencido en sus valores. Y como tal, se decidió a poner coto a la autocensura con que los medios se estaban replegando a los dictados del fanatismo religioso con con la publicación de las viñetas el pasado 30 de septiembre:

«En el espacio de un par de semanas salieron a la luz cuatro casos clarísimos de autocensura por miedo al extremismo islámico. El autor de libros infantiles Kaare Bluitgen recibió tres negativas a ilustrar un libro sobre Mahoma, y quien al final lo hizo pidió que su nombre no figurase.

Varios traductores europeos de Yo acuso, el libro de la diputada holandesa Ayaan Hirsi Ali (autora del guión de la película Sumisión de Theo van Gogh) también pidieron que no figurasen sus nombres. En la Tate Gallery de Londres y en un museo de Gotemburgo se retiraron exposiciones relacionadas con el Islam por miedo a ofender a los musulmanes. Y se hizo sin preguntar ni a los artistas, ni a la Policía, ni a los propios musulmanes.

Finalmente, en una reunión de Anders Fogh Rasmussen, primer ministro danés, con representantes de los musulmanes de Dinamarca, un imán le rogó que actuase para que el Islam fuese presentado de forma más positiva en los medios, es decir, le pidió que instaurase la censura».

No se le acacaban ahí las razones:

«En esta temporada se representan tres obras satíricas dirigidas contra Bush pero ninguna sobre Bin Laden y sus aliados».

Muchos compatriotas, sin embargo, no supieron calibrar la trascendencia de este ataque en defensa de la libertad de expresión y lo calificaron de «provocación infantil». Entre ellos, buena parte de la prensa y el ex ministro de exteriores Uffe Elleman Jensen.

Los empresarios daneses tenían una buena excusa para renegar del provocador Rose: el llamamiento a boicot de los productos del país en el mundo islámico.

Una vez más, el periodista les amplió su pobreza de juicio:

«Las libertades que tenemos en Dinamarca, nuestro sistema político y nuestra tradición de pensamiento crítico son condiciones necesarias para el bienestar y la riqueza de que disfrutamos. Tener una economía de mercado eficaz está en directa relación con tener una libertad de expresión relativamente ilimitada».

Flemming Rose, a sus 47 años, ni se pavonea ni se esconde por ser uno de los personajes más odiados del planeta. Siente haber molestado a los musulmanes, pero no pide perdón. ¿Por qué lo va a pedir, por hacer uso de la libertad de expresión?

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Israel Cuchillo

Israel Cuchillo, taurino, periodista, community manager, editor. Afilando la comunicación 2.0. A veces me salen fotos chulas.

Lo más leído