Elena de Regoyos (Periodista Digital).- Permítame aconsejarle que al menos no lo haga si no quiere empezar el día sintiéndose pequeño. Y es que este miércoles no son pocos los columnistas que le dan cera al presidente. Por citar algunos, están Ussía, Gistau, San Sebastián, Ruiz Quintano…
Esto es lo que le dice Alfonso Ussía en La Razón:
«En un Congreso de Víctimas del Terrorismo, con una representación mayoritaria de afectados por el terrorismo etarra, no tiene sentido la presencia del presidente del Gobierno que desea pactar con Batasuna. Su ausencia al menos se puede interpretar como un detalle de buena educación. (…)
No se puede imponer una relación constante de contactos con Batasuna, al tiempo que se besa la mejilla de Irene Villa.»
Sin hablar de las cartas al director de víctimas de ETA. Sirva como ejemplo esta de La Razón:
«Las víctimas pedimos algo tan sublime como memoria, dignidad y justicia. (…) Rogamos que se aplique la Justicia, que está en manos de otros. (…) Evitadnos pasar por todo esto. Dejadnos descansar ya de tanta infamia y respetadnos un poco.»
En El Mundo, Isabel San Sebastián le llama directamente «Cobarde»:
«Sonrisa, talante y modales de cervatillo son el disfraz qaue esconde una naturaleza cobarde y despótica al mismo tiempo.(…)
Un pacifista de pacotilla que no duda en claudicar ante la banda etarra con tal de seguir en el poder unos cuantos años más.»
Por no hablar de Federico Jiménez Losantos:
«Si en vez de Zapatero destruyendo España tuviéramos en la Moncloa a Aznar defendiéndola, estos mismos fiscales del Supremo, quizás también con un par de excepciones, no doblarían la condena del mayor asesino de la reciente historia española».
O David Gistau, en su columna enfrentada a este último en El Mundo:
«La carta con que ‘Zetapé’ ayuda a argumentar la culpabilidad occidental en vez de engancharse a la defensa de nuestros valores asaltados retrata al presidente como individuo de esa especie que Tom Wolfe bautizó como los «marxistas rococós».(…)
Chamberlain acariciándole el lomo a Hitler. John Lennon quedándose en la cama. Zetapé firmando la carta de Erdogan como antes abandonó a su suerte a la primera línea de defensa contra la yihad. Qué entrañable persistencia folclórica, la del euroidiota. Y qué manía de vendernos en todos los frentes, la de Zetapé.»
En ABC se podría empezar -por orden de aparición- por Ignacio Camacho:
«Zapatero, que apoyaba esa estrategia desde la oposición, quiere ahora una foto-finish con la que pasar a la Historia, y parece dispuesto a cambiar las reglas del juego. Poco a poco vamos conociendo, o intuyendo, las condiciones del armisticio: Batasuna volverá de un modo u otro a la política y los presos de ETA encontrarán resquicios por los que filtrarse hacia la libertad.»
Y seguir con Jon Juaristi:
«Anda Rodríguez pingoneando en el Herald Tribune con lo del respeto a todas las sensibilidades. (…)
El islam ha lanzado su fatwa contra la Europa cristiana -la verdad es que estos musulmanes de hoy no saben en qué mundo viven- y Rodríguez no ha querido perder la ocasión de alinearse con los islamistas turcos.
Qué felices serán nuestros progres cuando nos hayamos convertido por fin en una nación jenízara.»
Para terminar con Ignacio Ruiz Quintano:
«El jefe del Gobierno español, en collera con el jefe del Gobierno turco, ha sido inflexible en la condena moral y política de las caricaturas de Mahoma. ¿Qué podía hacer, el hombre? Una cosa es la libertad de expresión, que atañe a Arco y a «Bambi 2», y otra cosa es el expresionismo, que atañe a Mahoma. (…)
Dicen que a Rodríguez, el de los ojos glaucos, como Peter O´Toole, lo han marcado dos películas: «Bambi, el Príncipe del Bosque» -él sostiene que es «El Rey de la Selva»- y «Lawrence de Arabia». Ahora que la vieja Europa se desvanece, ¿por qué no pensar en Rodríguez como en un Lawrence de Eurabia?»
En El País, claro, la línea es otra.
