Israel Cuchillo (Periodista Digital).- Tampoco en Francia todos reman a favor de la libertad de expresión. Mientras que la revista satírica Charlie-Hebdo ha dado un paso al frente con una portada en la que Mahoma aparece lamentándose por «ser amado por unos gilipollas», el presidente de la República ha arremetido contra «las provocaciones manifiestas».
Para Jacques Chirac,
«Todo lo que puede herir las convicciones del prójimo, en particular las religiosas, debe ser evitado,»
y apela a una «libertad de expresión» ejercida «con espíritu de responsabilidad».
Charlie-Hebdo, que suele poner en circulación unos 100.000 ejemplares, ya ha vendido 400.000 y este jueves pondrá a la venta otros 160.000.