Felipe Valdés (Periodista Digital).- El presidente Zapatero aseguró este viernes tener la «convicción moral» y las «informaciones» reservadas de que nos encontramos ante el mejor momento para «el inicio del principio del fin» de la violencia de ETA. Probablemente tiene razón, pero los hechos son más tozudos que sus esperanzadas palabras:
ETA sigue poniendo bombas -aunque no haya asesinado a nadie desde hace casi tres años-, los empresarios continúan recibiendo cartas de extorsión y ayer mismo un grupo de jóvenes proetarras se concentró ante la sede de El Mundo en Bilbao, al grito de «criminalizadores, fascistas las vais a pasar canutas».
Poco antes, medio centenar de jóvenes simpatizantes de la ilegalizada Segi, ejecutaban una manifestación de similares características ante la sede de la COPE en Vitoria.
El portavoz parlamentario del PP vasco, Leopoldo Barreda, ha condenado la concentración de los proetarras frente a la sede de El Mundo en Bilbao, que enmarca en una «campaña de hostigamiento de los medios de comunicación, por tanto, contra la libertad de expresión y el pluralismo».
Barreda afirma que esta campaña sigue a la desarrollada por el entorno de ETA contra los empresarios, contra sedes de partidos, «al hostigamiento a las víctimas que hemos visto en la persona de Pilar Elías o de descrédito al poder judicial»:
«Estamos ante el hostigamiento a todos los que estorban a ETA-Batasuna y lo lamentable es que el consejero del Interior, primero prohíba una manifestación contra la Cope, sin anunciar que lo hacía, luego se dedica a hacer gracietas sobre si nos enterábamos o no de que lo habían prohibido y, luego, no se ha enterado, hasta que ha llamado El Mundo, de que existía una concentración contra otro medio de comunicación».
Todo indica que las amenazas a los medios forman parte de una campaña más amplia, destinada a asustar a los periodistas:
