Felipe Valdés (Periodista Digital).- Todos los diarios internacionales destacan la salida de las tropas españolas desplazadas en Haití y en especial, la petición de Naciones Unidas al gobierno español para que “reconsideren la decisión”. Pero en los periódicos nacionales apenas se ha hecho mención alguna. ¿Dónde están ahora las informaciones sobre la salida del contingente como sucediera con la salida de Iraq?
La prensa internacional sí ha dado más cobertura, especialmente los diarios americanos, después de las declaraciones del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, que ha manifestado que “no se trata de salir corriendo al otro día de que se instale el nuevo gobierno”.
Una de las promesas electorales de Zapatero fue la de retirar las tropas de Iraq; nada más llegar al Gobierno, los medios de comunicación no tardaron en difundir la noticia, unos alabando la decisión al considerar la guerra como ilegal y otros criticando lo que entendían como una “cobardía” por parte del nuevo ejecutivo.
Sin embargo, a partir de entonces los movimientos de las tropas españolas desplazadas a lo largo del globo fueron hábilmente silenciados. Desde Afganistán, Sudán, Bosnia o la más reciente Pakistán, donde fueron en labor humanitaria, ahora habría que añadir Haití, donde la decisión del Ministerio de Defensa ha provocado las críticas de la Comunidad Internacional.
Tras la caída del gobierno de Aristide y las negociaciones entre el gobierno brasileño y el español, Zapatero acordó el envío de tropas a Haití según la Resolución 1542 del Consejo de Seguridad en 2004. A finales del pasado año, el ministro Bono anunció la posibilidad de abandonar el país caribeño si no llegaba la ayuda prometida por los países donantes.
Pero pese a la capacidad mediática tan conocida del ministro, este anuncio apenas tuvo trascendencia; ahora que se ha conocido la retirada, tan sólo algunos diarios se han hecho eco de la información aunque no por la salida del país, sino por la petición de la ONU de que reconsidere la decisión.
Resulta curioso comprobar la capacidad del ministro de Defensa para distraer la atención de los medios ya que, independientemente de que la decisión de abandonar Haití esté fundamentada o no, lo cierto es que supone un abandono a los ciudadanos dada la permanente situación de riesgo que se vive en el país.
